El gobierno uruguayo advirtió a los expresos de la base norteamericana de Guantánamo que la ayuda económica a recibir está sujeta a la firma de un convenio por el que se comprometen a cuidar de su salud, aprender español y recibir capacitación laboral. Los liberados pretenden que el financiamiento sea por más de un año, como se establece en el texto.
El canciller Rodolfo Nin Novoa dijo ayer que el Poder Ejecutivo insistirá en la firma del documento e informó que, de ser así, la administración proveerá a los refugiados de viviendas para que se instalen junto a sus familias.
Los refugiados deberán firmar un acuerdo con vencimiento en febrero de 2016 con el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu), una organización no gubernamental y agencia implementadora del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Uruguay.
Nin Novoa señaló que hasta el momento cinco de los seis refugiados rechazaron la firma del documento porque hubo una confusión en cuanto a los plazos. “Creían que el convenio era por tres años y es por uno”, expresó.
El ciudadano de origen palestino, Mohammed Abudliah Tahamuttan, si firmó el documento, según dijeron los otros liberados.
Sin embargo, los refugiados aseguran que no firmaron el acuerdo debido a que establece condiciones diferentes de las que se les prometieron. “Sedhu es la organización que estuvo ayudándonos con dinero, pero ahora nos cortaron esa ayuda porque nos negamos a firmar los papeles que nos trajeron, porque las condiciones que allí se plantean son diferentes de las que acordamos de palabra con el ministro de Relaciones Exteriores”, expresa una carta escrita por los liberados de Guantánamo y que colgaron en su blog. Allí agregan que el ministro les prometió que sus gastos estarían cubiertos por tres años. “La situación ahora es que no tenemos ningún tipo de ayuda”, describe.
Ahora, los liberados analizarán el texto junto a un abogado, Juan Mauricio Pígola, según informó Subrayado.
Más allá de la duración de ese convenio, Nin afirmó que el gobierno continuará con la ayuda a los refugiados una vez finalizado el acuerdo primario con Naciones Unidas. “Nosotros queremos darles la tranquilidad de que cuando se acerque la fecha de finalización seguiremos trabajando para no dejarlos a la deriva”, dijo el canciller.
Además de las condiciones sobre salud y formación, el contrato establece que por un año la organización financiará el arrendamiento mensual de un domicilio en la zona metropolitana, parte de los gastos comunes y los tributos públicos. “Sin la firma del documento, que es individual y voluntaria, Sedhu no podrá avanzar en su trabajo de apoyo y acompañamiento”, señala un comunicado emitido ayer por el Ministerio de Relaciones Exteriores. “Utilizaremos la persuasión para que firmen”, dijo Nin Novoa. El jerarca informó que el gobierno ofrecerá viviendas a los refugiados. “El gobierno esta dispuesto a seguir ayudando entre otras cosas por ejemplo con vivienda. Los propios prisioneros todavía no han definido que cantidad de parientes quieren traer y en función de ese número buscaremos las viviendas”, dijo. El traslado de familiares quedará a cargo de la Cruz Roja. Cuatro de los seis liberados de Guantánamo se encuentran desde el viernes por la noche protestando frente a la embajada estadounidense.
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