Pese a que la sesión en el
Senado aún no culminó,
Dilma Rousseff aceleró la mudanza de sus pertenencias personales que conservaba en el palacio presidencial de Planalto, ante la previsible decisión del Senado que la puede suspender del cargo durante los próximos 180 días.
Según comprobó la agencia Efe, objetos de la mandataria, como cuadros o adornos que tenía en su despacho, fueron llevados hoy hacia el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial en la que se atrincherará durante el resto del proceso.
También han sido instaladas unas cercas en torno a la rampa que conduce desde la acera hasta el primer piso del Palacio de Planalto, en previsión de que mañana, una vez notificada de la decisión del Senado, Rousseff abandone la sede de la
Presidencia, que ocupará el vicepresidente Michel Temer, primero en la línea de sucesión.
En la sede del Senado, situada en la acera opuesta del Palacio de Planalto, el proceso de votación avanzaba con lentitud y todas las previsiones apuntaban a que concluirá entrada la madrugada de este jueves.
Unas diez horas después de iniciada la sesión, ya se configuraba una clara mayoría favorable a la instauración del juicio político, aunque distante aún de ser definitiva. Hasta ese momento, 22 de los 26 senadores que ocuparon la tribuna han declarado su inclinación a aprobar el juicio político.
No obstante, esa tendencia no podía ser considerada definitiva, pues el pleno del Senado tiene 81 miembros y es necesaria una mayoría simple de 41 votos que el proceso sea aprobado.