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Sentados en movimiento
Estar todo el día en la misma posición, sobre todo cuando es mala, puede llevar a consecuencias tan dañinas como contraer enfermedades cardiovasculares
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05 de agosto de 2017 a las 05:00
Al hablar de los riesgos de estar sentado todo el día, a veces se pierde de vista el hecho de que es una práctica más normal de lo que parece. Quienes trabajan sentados en un escritorio, frente a una computadora, están expuestos a una serie de riesgos que van desde el aumento de la presión arterial hasta la muerte por enfermedades cardiovasculares.
Un estudio citado por la Clínica Mayo determinó que quienes están sentados por períodos de más de cuatro horas consecutivas por día frente a una pantalla presentaron 125% más de chances de contraer enfermedades cardiovasculares, y 50% más de chances de morir por cualquier causa, que aquellos que lo hacían por menos de dos horas por día.
Esto no es algo que se solucione con un par de horas en el gimnasio por semana; lo esencial es pasar menos tiempo sentado y moverse más.
Claudia Bejar, especialista en educación somática, que durante todos los martes de agosto ofrece el curso Sentados con Destreza, atribuye estas dolencias a las acciones repetidas y a las malas posturas que se mantienen por un período de tiempo prolongado.
En sus sesiones, Bejar aplica el método Feldenkrais, que propone tomar conciencia de los hábitos adquiridos en las acciones cotidianas a través del tiempo y que puedan estar causando alguna molestia en el cuerpo. A partir de esto, se practican ejercicios y nuevas formas de moverse para corregir esa forma de actuar que puede estar causando molestias y futuras disfunciones.
"Yo he llevado este taller a varias empresas y normalmente la atención está puesta en el mobiliario, cuando en realidad hay cosas que podemos hacer que tienen que ver con dar a los trabajadores la posibilidad de que la actividad sea más variada y no tan repetitiva", dijo Bejar, que señaló que al reducir el esfuerzo puesto en estar cómodo se aumenta el rendimiento. Permitir que existan pausas y que el trabajo no sea tan rutinario son algunas de las recomendaciones que Bejar brinda a las empresas.
Es que, según la Clínica Mayo, los beneficios de moverse, al menos un poco (ver Tips), cuando se está todo el día sentado son muy profundos. Al estar de pie y moviéndose se activan una serie de procesos que pueden derivar en pérdida de peso y aumento de la energía. Por ejemplo, la quema de calorías y la actividad muscular, que propicia la descomposición de grasas y azúcares. Todos estos procesos se frenan al sentarse, pero se vuelven a activar al entrar en acción.
Según dijo a El Observador en diciembre de 2016 el director de la Central de Servicios Médicos del Banco de Seguros del Estado, Rodolfo Vázquez, la tendinitis es uno de los motivos de consulta por enfermedades profesionales más frecuentes, que ronda el 20%. Una cifra similar corresponde a las lumbalgias que se generan por mantener malas posiciones durante mucho tiempo.
Una buena disposición del espacio de trabajo, y una buena postura respecto a él deberían ser suficientes para evitar el dolor punzante provocado por esta enfermedad (ver infografía).
Estos cambios en la rutina de trabajo son muy pequeños en relación con las consecuencias que pueden prevenir.
Busque la excusa para levantarse, al menos una vez por hora, o cada 50 minutos, ya sea para tomar agua o para ir al baño.
Incorporar el movimiento
Hay actividades del día a día que se pueden hacer en movimiento. Hable personalmente con su colega en vez de mandar un mail, haga reuniones mientras camina, hable por teléfono caminando o incluso almuerce de pie.
Estirar
Hay distintos ejercicios para reacomodar los huesos y los músculos sin tener que moverse demasiado. Algunos de ellos son llevar el mentón hacia atrás para alinear la columna, las rotaciones de hombros, o poner las palmas hacia arriba sobre la mesa, ya que, por la naturaleza del movimiento, hace enderezar la espalda.
Un estudio citado por la Clínica Mayo determinó que quienes están sentados por períodos de más de cuatro horas consecutivas por día frente a una pantalla presentaron 125% más de chances de contraer enfermedades cardiovasculares, y 50% más de chances de morir por cualquier causa, que aquellos que lo hacían por menos de dos horas por día.
Esto no es algo que se solucione con un par de horas en el gimnasio por semana; lo esencial es pasar menos tiempo sentado y moverse más.
Claudia Bejar, especialista en educación somática, que durante todos los martes de agosto ofrece el curso Sentados con Destreza, atribuye estas dolencias a las acciones repetidas y a las malas posturas que se mantienen por un período de tiempo prolongado.
En sus sesiones, Bejar aplica el método Feldenkrais, que propone tomar conciencia de los hábitos adquiridos en las acciones cotidianas a través del tiempo y que puedan estar causando alguna molestia en el cuerpo. A partir de esto, se practican ejercicios y nuevas formas de moverse para corregir esa forma de actuar que puede estar causando molestias y futuras disfunciones.
"Yo he llevado este taller a varias empresas y normalmente la atención está puesta en el mobiliario, cuando en realidad hay cosas que podemos hacer que tienen que ver con dar a los trabajadores la posibilidad de que la actividad sea más variada y no tan repetitiva", dijo Bejar, que señaló que al reducir el esfuerzo puesto en estar cómodo se aumenta el rendimiento. Permitir que existan pausas y que el trabajo no sea tan rutinario son algunas de las recomendaciones que Bejar brinda a las empresas.
Es que, según la Clínica Mayo, los beneficios de moverse, al menos un poco (ver Tips), cuando se está todo el día sentado son muy profundos. Al estar de pie y moviéndose se activan una serie de procesos que pueden derivar en pérdida de peso y aumento de la energía. Por ejemplo, la quema de calorías y la actividad muscular, que propicia la descomposición de grasas y azúcares. Todos estos procesos se frenan al sentarse, pero se vuelven a activar al entrar en acción.
Tendinitis
También suele ser un problema la postura que se adquiere respecto de la estación de trabajo. Una mala posición de los brazos al usar el teclado y el mouse pueden favorecer el desarrollo de tendinitis de codos y muñecas, enfermedades que antes se relacionaban más que nada con los deportistas, pero que hoy se atribuyen a las prácticas laborales y el uso de dispositivos electrónicos.Según dijo a El Observador en diciembre de 2016 el director de la Central de Servicios Médicos del Banco de Seguros del Estado, Rodolfo Vázquez, la tendinitis es uno de los motivos de consulta por enfermedades profesionales más frecuentes, que ronda el 20%. Una cifra similar corresponde a las lumbalgias que se generan por mantener malas posiciones durante mucho tiempo.
Una buena disposición del espacio de trabajo, y una buena postura respecto a él deberían ser suficientes para evitar el dolor punzante provocado por esta enfermedad (ver infografía).
Estos cambios en la rutina de trabajo son muy pequeños en relación con las consecuencias que pueden prevenir.
Cambio de mentalidad
Hay soluciones para el problema de estar sentado todo el día, aunque todavía no son del todo aceptadas, al menos en los lugares de trabajo que se rigen por una mentalidad más tradicional. Los escritorios para trabajar de pie son una de las opciones que están aplicando muchas oficinas en el mundo, si no para todos sus empleados, al menos para que puedan elegir en qué posición trabajar. Otra de las tendencias que son recomendadas en varios sitios de salud son las "reuniones a pie", que implican conversar sobre determinados temas –lo que normalmente se haría en una sala de reuniones– mientras se da una vuelta por las instalaciones o incluso fuera del edificio.Tips
LevantarseBusque la excusa para levantarse, al menos una vez por hora, o cada 50 minutos, ya sea para tomar agua o para ir al baño.
Incorporar el movimiento
Hay actividades del día a día que se pueden hacer en movimiento. Hable personalmente con su colega en vez de mandar un mail, haga reuniones mientras camina, hable por teléfono caminando o incluso almuerce de pie.
Estirar
Hay distintos ejercicios para reacomodar los huesos y los músculos sin tener que moverse demasiado. Algunos de ellos son llevar el mentón hacia atrás para alinear la columna, las rotaciones de hombros, o poner las palmas hacia arriba sobre la mesa, ya que, por la naturaleza del movimiento, hace enderezar la espalda.
