Economía y Empresas > Innovación social

"Si las empresas no cambian por el amor o la creencia, cambian por el dolor"

Para el co-líder de Sistema B Brasil, Tomás de Lara, las compañías que no se enfocan en la sustentabilidad desaparecerán
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23 de noviembre de 2016 a las 14:20

Cada vez más empresas y emprendimientos nacen desde la convicción de generar productos, servicios o beneficios en cuidado con el medio ambiente y las personas. Por otra parte, para muchas de las grandes empresas, esta "innovación social" presenta un desafío. La presencia de grandes empresas como IBM, Microsoft, Unilever, MasterCard, Itaú en el Festival Internacional de Innovación Social (Fiis), a realizarse por primera vez en Montevideo del 24 al 26 de noviembre, es sólo un reflejo de ello.

Sistema B es una organización que promueve la transición hacia economías sustentables a través de las empresas como agentes. El co-líder de Sistema B de Brasil, Tomás de Lara, que participará de varias charlas y será orador del festival, compartió con El Observador su visión sobre los motivos que llevan a empresas de gran tamaño a formar parte de este tipo de festivales, así como el provecho que sacan de ellos.

Para De Lara, estas empresas buscan estar cerca de los emprendedores e innovadores sociales que traen las nuevas economías. "Saben que si están encerrados en eventos corporativos de grandes empresas dirigidos a grandes empresas, no van a ver el verdadero cambio", apuntó. A su vez, agregó que forman parte cada vez más de festivales como el Fiis, para conectar con estas pequeñas empresas, intercambiar información, y muchas veces, para invertir o comprarlas de modo que sean una "semilla de innovación dentro de su gran selva".

"Estos festivales son oportunidades para que la gente se conozca, confíe y entienda este nuevo paradigma y así co-crear una economía de nuevos negocios que funcionen para la naturaleza y las personas", dijo De Lara. Citó el ejemplo de Ben and Jerry's, una pequeña empresa fabricante de helados que fue comprada por el grupo Unilever. "Muchos pensaron que Unilever iba a imponer su cultura enfocada en la remuneración a esta empresa, y lo que pasó fue lo contrario. Unilever obtuvo mucho aprendizaje de Ben and Jerry's, por tener una cultura muy fuerte de buenas prácticas laborales". Agregó que se trata de un caso de cómo una pequeña empresa logró influenciar a toda una corporación global hacia un cambio sistémico.

"Las empresas que no son conscientes y no colocan a la sustentabilidad en el centro de su negocio, dejándola sólo como un departamento, se alejarán cada vez más del éxito y tenderán a desaparecer", disparó De Lara.

Para De Lara, el cambio sistémico es un proceso que comenzó hace aproximadamente 15 años desde que partieron las primeras plataformas web, desde Wikipedia, Facebook y Twitter, hasta las plataformas de economía colaborativa como Uber y Airbnb, que dieron paso a una "sociedad en red" que tiene la capacidad de co-crear conceptos, tecnologías, buenas ideas y es la que define el poder de las empresas, ya no desde la manera de influenciar para consumir, sino que poniendo en el pedestal a aquellas que generan impacto positivo para el mundo.

Las barreras

Si bien muchas empresas están preparadas y en proceso de cambio sistémico, existen otras que no están abiertas ni se han percibido como agentes de cambio positivo. Para De Lara, una de las barreras existentes tiene que ver con la aversión al cambio de los líderes, que proviene de la desinformación por parte de los medios de comunicación, y de una conexión del poder político y financiero que cuando existe, aparece el miedo al cambio.

Sin embargo, para De Lara, el único gran riesgo existente es "cambiar después". "Este cambio es tan grande y sistémico, que si uno no cambia por el amor o por la creencia y la fe, uno cambia por el dolor. Mejor cambiar por el reconocimiento de lo que está pasando que dejarlo para después, cuando hay dolor", sentenció. A su vez, añadió que se trata de un cambio progresivo, que hay que tomarlo con seriedad y sostenibilidad financiera, por lo que resulta fundamental la planificación.

"La información que Sistema B utiliza es gratuita y online, se puede buscar en la web y ahí el empresario puede tener acceso a cómo cambiar de forma progresiva hacia buenas prácticas de política socio ambiental en el negocio", dijo De Lara.

El brasileño contó que en Brasil, Chile y Colombia se generaron conversaciones con diputados y senadores para que el gobierno reconozca a aquellas empresas capaces de comprobar que son generadoras de transformación positiva, de manera que posean una identificación distinta.

En Estados Unidos, por ejemplo, existe una ley de beneficios corporativos en 31 estados, la cual reconoce a este tipo de empresas mediante incentivos económicos o de otro tipo, lo que lleva a una mejor relación del Estado con aquella empresa que compruebe su beneficio social-ambiental.

"El gobierno puede lograr que las empresas sean motor de cambio positivo y que entiendan su rol como agentes de cambio en la sociedad". Co-líder de Sistema B de Brasil, Tomás de Lara.

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