Taxistas de punta contra Uber

"Los nenes vinieron a la escuela, ¿dónde está la clase?". Así irrumpió en la mañana de ayer el presidente de la Gremial Única del Taxi, Óscar Dourado en el lobby del hotel Holiday Inn, donde estaba prevista la realización de cursos para ingresar como choferes en la empresa Uber. "Vinimos a anotarnos, queremos trabajar", gritó otro de los taxistas cuando personal del Ministerio del Interior pedía a los trabajadores que habían cortado las calles cercanas y se manifestaban dentro del dentro del hotel que se retiraran de las instalaciones.

Con pancartas en las que se leía la consigna "fuera Uber", y al grito de "piratas", unos 400 taxis ocuparon desde la mañana la calle Colonia, desde Julio Herrera y Obes hasta Andes. "Ellos se tienen que ir del Uruguay", dijo el presidente de la patronal, sobre la aplicación que desembarcó en las últimas semanas en el país y pretende interconectar a conductores de vehículos particulares con pasajeros, y es algo que los taxistas ven como una amenaza a su fuente laboral.

"Vamos a no enceguecernos con algo que brilla", dijo a El Observador Luzbel Anido (74), quien trabaja como taxista desde hace 44 años, y durante la manifestación se mostró preocupado ante la posibilidad de que haya un "cambio completo en las reglas de trabajo". "No es que uno sea egoísta, es que el mercado no es capaz de absorber" a más conductores, agregó consultado por la llegada de Uber. Varios de los choferes reconocen que hay cosas para mejorar en el transporte público, pero aseguran que al movilizarse en taxi el pasajero tiene más garantías, ya que además de las inspecciones al vehículo, para ser taxista se necesita no solo un carné de salud, sino también el certificado de buena conducta.

"Nosotros trabajamos 12 o 13 horas, estamos hasta las 2 o 3 de la mañana, ¿quién va a meterse en Rinaldi y San Martín a buscar una persona enferma?", agregó Wilson Méndez, otro de los taxistas congregado en la manifestación.

"A uno le duele porque es lo único que uno pudo lograr y de un momento al otro mire el daño que le hacen", afirmó Anido, visiblemente angustiado. "Yo no soy Óscar Dourado, él no es el dueño de los taxistas", agregó. "Hay que pensar en el taxista unitario".

La gremial pretendía ayer que se suspendiera la capacitación de Uber, alegando que ante la posibilidad de quedarse sin trabajo, todos los taxistas querían aprender. Fuentes cercanas a Uber dijeron a El Observador que a través del mediador dispuesto por el Ministerio del Interior invitaron a Dourado y otros 15 trabajadores a capacitarse y que la propuesta fue rechazada. Si bien la charla de la mañana se logró llevar a cabo para unos 10 participantes, la segunda debió suspenderse. Una pareja que llegaba al curso debió retirarse. "Hay que escuchar las dos partes", dijo uno de ellos a El Observador. "La gente que no tiene la plata para hacer una inversión (en comprar un taxi) tiene que buscar como sobrevivir de otra manera", agregó.

Según el presidente de la gremial, Uber está "incitando a una actividad ilegal", ya que no tiene en cuenta la normativa local. "Se quieren llevar 25% del esfuerzo de todos los uruguayos, a cambio de nada, diciendo que son una nueva tecnología y es mentira, en Uruguay está prohibido el transporte irregular", agregó el presidente de la patronal apoyado por los trabajadores reunidos en el lobby del hotel y que lo recibieron con gritos y palmas luego de que mantuviera una entrevista con el ministro de Transporte, Víctor Rossi. Al ver que las clases no se realizarían, los taxistas se retiraron en forma pacífica.

"Tenemos que entender que (Uber) se quiere quedar con el trabajo de los taximetristas, sin lugar a dudas, de los remiseros, del transporte escolar, del turismo, del ómnibus y también del de carga, y hasta los delivery de moto", afirmó Dourado, por lo que la patronal está dispuesta a manifestarse en cada lugar donde Uber quiera preparar a nuevos choferes.