Agro > Fiesta de la Soja
Temporal de lluvia y viento probó el empuje de Quebracho
La tormenta causó graves daños en el predio de exposiciones, pero se redobló el esfuerzo y se siguió adelante
Tiempo de lectura: -'
10 de octubre de 2015 a las 05:00
Por Juan Samuelle, enviado a Quebracho, Paysandú
Pasa dos por tres. Un grupo de gente emprendedora del interior recibió un duro golpe y, lejos de caer, se mantuvo de pie y exhibió su tradicional fortaleza para superar adversidades.
En la noche del jueves 1° de octubre y en la madrugada del viernes 2 un temporal de lluvia y viento provocó destrozos en el predio de exposiciones de la 2a Fiesta de la Soja, en el parque municipal de Quebracho. Más allá de los daños –varios stands fueron 100% destruidos, se perdió mercadería y hubo que suspender espectáculos, perdiéndose la recaudación–, lo peor fue que en esa adversidad climática falleció una persona.
Mientras decenas de personas reacondicionaban el predio, la organización y los expositores se reunieron, resolviendo la continuidad de la actividad. Se consideró la alta inversión efectuada, los puestos de trabajo en juego, que no había fechas disponibles para postergar la muestra y, como se reflexionó, que no bajar los brazos era una manera de homenajear al fallecido. La exposición, como estaba previsto, culminó en la noche del sábado 3 de octubre.
El temporal –en cuestión de minutos, en dos momentos, cayeron 60 mm en la zona– obligó a suspender las demostraciones de equipos de siembra y otros.
Sí se pudieron realizar todas las conferencias. Varias empresas expusieron sobre sus productos y servicios, Diego de la Puente de Novitas lo hizo sobre mercados y un panel analizó la agricultura en el litoral norte. En más de una ocasión la carpa "quedó chica".
Con la mira puesta ya en 2016, para una tercera edición, pese a tamañas adversidades esta exposición dejó varias enseñanzas y experiencias, según se destacó.
Agradeció, en nombre de la comisión, el respaldo de los expositores en momentos complicados y la presencia en la muestra del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre.
Quebracho es una de las zonas tradicionalmente agrícolas en el país, característica que se acentuó este siglo con el crecimiento de la producción de soja. La Fiesta de la Soja se instauró, precisamente, para potenciar la identidad de Quebracho de la mano del producto que reactivó la actividad en esta zona de país.
Graña comentó que de cara a la próxima campaña, la perspectiva es de una reducción del área de siembra; se notará sobre todo al norte de Quebracho, conforme los campos no sean tan productivos o estén más lejos de los puertos.
"Los precios ahora no nos acompañan, pero el agricultor no tiene otra opción que seguir trabajando", reflexionó.
Añadió que "hasta ahora la soja siempre ha venido defendiendo al productor, (pero) hay que ajustar algunos costos, las rentas, algún otro costo que no dependen de nosotros, afinar muy bien en lápiz y seguir adelante".
Luis Graña, presidente de CUSA, remarcó que la caída en el área agrícola afecta a los contratistas.
Sobre la actividad de CUSA, manifestó que "somos una parte medular del sector agrícola, sufriendo la crisis, por los valores y porque hay menos trabajo por la reducción del área general de cultivo. CUSA tiene una lista de precios sugeridos, recientemente se aplicó una rebaja de alrededor del 4% y quedaron valores muy ajustados; hoy no hay rentabilidad porque el área a realizar por equipo se redujo muchísimo".
Todo eso, obviamente, hace que sea muy difícil actualizar la maquinaria y equipos, admitió.
"Hoy el contratista uruguayo debe ser la empresa de servicios que más apostó a la tecnología, a la vista está, la tecnología de vanguardia en el mundo la tenemos, es un costo que el contratista asumió y hoy ve que no hay capacidad de repago porque no hay demanda para sus servicios", lamentó.
Los 250 contratistas socios de la cámara realizan las labores en el 80% del área agrícola nacional.
Aclaró, enseguida, que más allá del peso de la soja para Quebracho y su gente, no es el único rubro productivo en la zona: "hay una fuerte producción agrícola y ganadera, se sumó muy fuerte la forestación –los dos grandes productores del país como UPM y Montes del Plata tienen extensiones importantes–, hay cítricos, arándanos, hay lechería que está en un momento complicado, pero hay tambos grandes en la zona".
Sobre la caminería rural, dijo que "tenemos a cargo más de 300 kilómetros y le prestamos singular importancia porque es por donde sale la producción. Vamos cumpliendo con los reclamos, la caminería está aceptable, pese a que con estas lluvias importantes no hay camino que aguante".
Del momento agrícola, "acá el productor apostará de nuevo a la soja, con la esperanza de que los precios se recuperen", indicó.
Señaló que los productores van a sembrar, precisando que hay un "cambio de plantadores de soja", porque "muchos grupos se fueron y esos campos los cubrieron productores locales que hace ocho o 10 años se habían quedado sin las tierras que los puls arrendaron".
El escenario es otro, indicó, "ya no se habla más de una renta fija, se habla de medianería, donde el productor y el dueño del campo van enganchados en el negocio".
El empresario Sergio Pastorini dijo que hay una nueva agricultura tras el ajuste de precios.
Detalló que "los costos se han adecuado, tal vez algunos insumos no han bajado lo que deberían, pero ayudó la suba del dólar, hay un combustible es más barato, hubo un cambio en el precio de la semilla que comparado con el año pasado está 20% a un 30% menos, los fertilizantes se ajustaron un poco y tuvieron un ajuste importante los agroquímicos".
"El productor de acá tiene su maquinaria, y no todo el área es en medianería, hay campos propios y eso ayuda", añadió.
Citó que "hoy el costo de un productor que plante en su campo es 1.050 kilos de soja; si se pasa a un campo en medianería el costo para a 2.000 kilos por hectárea".
Pastorini instó a ser cuidadoso en las decisiones: "sacarle algo al paquete puede llevar a menos rendimiento, pero por suerte veo que se están haciendo todos los deberes; solo esperamos que el clima ayude y los precios mejoren".
Pese a todo lo que pasó, el balance es positivo, cada año que pasa se aprende y mejora. Las empresas siguen confiando y a todas les agradecemos, desde el pequeño artesano a las grandes importadoras de maquinaria. Pese al temporal que destrozó todo, salvo los que se quedaron sin mercadería y no tenían otra que irse, el resto se quedó y con gran sacrificio ayudó a sacar la exposición adelante. Quedamos contentos, hubo venta de maquinaria y las charlas fueron un éxito, nos dijeron que ayudaron para tomar mejores decisiones, se vio un ambiente de camaradería, de intercambio de ideas.
Tu actividad laboral es un buen ejemplo de la variedad que hay en la integración de la Comisión Organizadora de la fiesta.
Acá la mayoría de la gente es del sector agropecuario, es algo lógico, pero yo por ejemplo soy peluquero, está la doctora, también el alcalde que es escribano, hay una contadora, una ama de casa, un carpintero.
¿Cómo se valora, en Quebracho, el trabajo del campo?
Acá hay una conciencia real del gran valor que el campo tiene, se reconoce, es la verdad. Dependemos del campo. Si a los productores les va bien, a nosotros también, hay una dependencia muy clara.
El momento no es el mejor, los precios de los granos han caído, ¿eso impactó en la ciudad?
Sin duda se nota, todos aquí nos conocemos, hay amigos o familiares en el negocio agrícola y no les va bien y cuando eso pasa sin duda lo sentimos todos.
¿Cuántos expositores hubo?
En el tema agrícolas unas 30 empresas nos acompañaron y en total son de 50 a 60.
¿Cuánta gente moviliza esta exposición?
Hay 500 personas involucradas en las actividades y un público de 3.000 personas por día, pero depende mucho del tiempo y el día, el jueves es menos gente porque la mayoría de la población trabaja afuera de la ciudad y los otros días la concurrencia es alta.
Pasa dos por tres. Un grupo de gente emprendedora del interior recibió un duro golpe y, lejos de caer, se mantuvo de pie y exhibió su tradicional fortaleza para superar adversidades.
En la noche del jueves 1° de octubre y en la madrugada del viernes 2 un temporal de lluvia y viento provocó destrozos en el predio de exposiciones de la 2a Fiesta de la Soja, en el parque municipal de Quebracho. Más allá de los daños –varios stands fueron 100% destruidos, se perdió mercadería y hubo que suspender espectáculos, perdiéndose la recaudación–, lo peor fue que en esa adversidad climática falleció una persona.
Mientras decenas de personas reacondicionaban el predio, la organización y los expositores se reunieron, resolviendo la continuidad de la actividad. Se consideró la alta inversión efectuada, los puestos de trabajo en juego, que no había fechas disponibles para postergar la muestra y, como se reflexionó, que no bajar los brazos era una manera de homenajear al fallecido. La exposición, como estaba previsto, culminó en la noche del sábado 3 de octubre.
El temporal –en cuestión de minutos, en dos momentos, cayeron 60 mm en la zona– obligó a suspender las demostraciones de equipos de siembra y otros.
Sí se pudieron realizar todas las conferencias. Varias empresas expusieron sobre sus productos y servicios, Diego de la Puente de Novitas lo hizo sobre mercados y un panel analizó la agricultura en el litoral norte. En más de una ocasión la carpa "quedó chica".
Con la mira puesta ya en 2016, para una tercera edición, pese a tamañas adversidades esta exposición dejó varias enseñanzas y experiencias, según se destacó.
Una buena: se evolucionó
Luis Graña, integrante de la Comisión Organizadora y presidente de la Cámara Uruguaya de Servicios Agrícolas (CUSA), comentó que más allá de las dificultades que hubo que resolver "quedamos con la sensación de que hubo aspectos en los que se evolucionó, por más que la primera edición había sido muy buena".Agradeció, en nombre de la comisión, el respaldo de los expositores en momentos complicados y la presencia en la muestra del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre.
Quebracho es una de las zonas tradicionalmente agrícolas en el país, característica que se acentuó este siglo con el crecimiento de la producción de soja. La Fiesta de la Soja se instauró, precisamente, para potenciar la identidad de Quebracho de la mano del producto que reactivó la actividad en esta zona de país.
Graña comentó que de cara a la próxima campaña, la perspectiva es de una reducción del área de siembra; se notará sobre todo al norte de Quebracho, conforme los campos no sean tan productivos o estén más lejos de los puertos.
"Los precios ahora no nos acompañan, pero el agricultor no tiene otra opción que seguir trabajando", reflexionó.
Añadió que "hasta ahora la soja siempre ha venido defendiendo al productor, (pero) hay que ajustar algunos costos, las rentas, algún otro costo que no dependen de nosotros, afinar muy bien en lápiz y seguir adelante".
Luis Graña, presidente de CUSA, remarcó que la caída en el área agrícola afecta a los contratistas.
Sobre la actividad de CUSA, manifestó que "somos una parte medular del sector agrícola, sufriendo la crisis, por los valores y porque hay menos trabajo por la reducción del área general de cultivo. CUSA tiene una lista de precios sugeridos, recientemente se aplicó una rebaja de alrededor del 4% y quedaron valores muy ajustados; hoy no hay rentabilidad porque el área a realizar por equipo se redujo muchísimo".
Todo eso, obviamente, hace que sea muy difícil actualizar la maquinaria y equipos, admitió.
"Hoy el contratista uruguayo debe ser la empresa de servicios que más apostó a la tecnología, a la vista está, la tecnología de vanguardia en el mundo la tenemos, es un costo que el contratista asumió y hoy ve que no hay capacidad de repago porque no hay demanda para sus servicios", lamentó.
Los 250 contratistas socios de la cámara realizan las labores en el 80% del área agrícola nacional.
Un linda idea que avanza
El alcalde de Quebracho, Mario Bandera, explicó que "esta fiesta es muy importante, fue un acierto haber elegido al producto soja, por el impacto que tiene en la zona".Aclaró, enseguida, que más allá del peso de la soja para Quebracho y su gente, no es el único rubro productivo en la zona: "hay una fuerte producción agrícola y ganadera, se sumó muy fuerte la forestación –los dos grandes productores del país como UPM y Montes del Plata tienen extensiones importantes–, hay cítricos, arándanos, hay lechería que está en un momento complicado, pero hay tambos grandes en la zona".
Sobre la caminería rural, dijo que "tenemos a cargo más de 300 kilómetros y le prestamos singular importancia porque es por donde sale la producción. Vamos cumpliendo con los reclamos, la caminería está aceptable, pese a que con estas lluvias importantes no hay camino que aguante".
Confianza en la soja
Sergio Pastorini, un prestigioso empresario agrícola, con su base de actividades en Quebracho –quien volvió a colaborar con la organización–, dijo que "hacía tiempo que acá se quería hacer algo especial, y como la vedette pasó a ser la soja la elegimos y ya estamos en la segunda edición, pensando siempre en mejorar".Del momento agrícola, "acá el productor apostará de nuevo a la soja, con la esperanza de que los precios se recuperen", indicó.
Señaló que los productores van a sembrar, precisando que hay un "cambio de plantadores de soja", porque "muchos grupos se fueron y esos campos los cubrieron productores locales que hace ocho o 10 años se habían quedado sin las tierras que los puls arrendaron".
El escenario es otro, indicó, "ya no se habla más de una renta fija, se habla de medianería, donde el productor y el dueño del campo van enganchados en el negocio".
El empresario Sergio Pastorini dijo que hay una nueva agricultura tras el ajuste de precios.
Detalló que "los costos se han adecuado, tal vez algunos insumos no han bajado lo que deberían, pero ayudó la suba del dólar, hay un combustible es más barato, hubo un cambio en el precio de la semilla que comparado con el año pasado está 20% a un 30% menos, los fertilizantes se ajustaron un poco y tuvieron un ajuste importante los agroquímicos".
"El productor de acá tiene su maquinaria, y no todo el área es en medianería, hay campos propios y eso ayuda", añadió.
Citó que "hoy el costo de un productor que plante en su campo es 1.050 kilos de soja; si se pasa a un campo en medianería el costo para a 2.000 kilos por hectárea".
Pastorini instó a ser cuidadoso en las decisiones: "sacarle algo al paquete puede llevar a menos rendimiento, pero por suerte veo que se están haciendo todos los deberes; solo esperamos que el clima ayude y los precios mejoren".
Entrevista a Jorge Anchorena, presidente de la Comisión Organizadora de la Fiesta de la Soja
¿Qué balance realizó de la 2a Fiesta de la Soja?Pese a todo lo que pasó, el balance es positivo, cada año que pasa se aprende y mejora. Las empresas siguen confiando y a todas les agradecemos, desde el pequeño artesano a las grandes importadoras de maquinaria. Pese al temporal que destrozó todo, salvo los que se quedaron sin mercadería y no tenían otra que irse, el resto se quedó y con gran sacrificio ayudó a sacar la exposición adelante. Quedamos contentos, hubo venta de maquinaria y las charlas fueron un éxito, nos dijeron que ayudaron para tomar mejores decisiones, se vio un ambiente de camaradería, de intercambio de ideas.
Tu actividad laboral es un buen ejemplo de la variedad que hay en la integración de la Comisión Organizadora de la fiesta.
Acá la mayoría de la gente es del sector agropecuario, es algo lógico, pero yo por ejemplo soy peluquero, está la doctora, también el alcalde que es escribano, hay una contadora, una ama de casa, un carpintero.
¿Cómo se valora, en Quebracho, el trabajo del campo?
Acá hay una conciencia real del gran valor que el campo tiene, se reconoce, es la verdad. Dependemos del campo. Si a los productores les va bien, a nosotros también, hay una dependencia muy clara.
El momento no es el mejor, los precios de los granos han caído, ¿eso impactó en la ciudad?
Sin duda se nota, todos aquí nos conocemos, hay amigos o familiares en el negocio agrícola y no les va bien y cuando eso pasa sin duda lo sentimos todos.
¿Cuántos expositores hubo?
En el tema agrícolas unas 30 empresas nos acompañaron y en total son de 50 a 60.
¿Cuánta gente moviliza esta exposición?
Hay 500 personas involucradas en las actividades y un público de 3.000 personas por día, pero depende mucho del tiempo y el día, el jueves es menos gente porque la mayoría de la población trabaja afuera de la ciudad y los otros días la concurrencia es alta.
