Las tensiones entre Grecia y Austria llevaron al extremo la crisis de los migrantes en la Unión Europea, precisamente cuando el grupo de 28 países intenta de nuevo en
Bruselas evitar la inminente crisis humanitaria.
Grecia está acusada por sus socios, principalmente Austria, de no hacer lo suficiente para controlar su frontera por donde cada día entran miles de refugiados a la UE. Pero el gobierno de Atenas alega que está desbordada y necesita de la solidaridad de los demás países de la región, afectados por el mismo flujo migratorio.
"Austria nos trata como enemigos", dijo el ministro griego del Interior Yannis Mouzalas frente a sus homólogos, según una fuente diplomática. En paralelo, el gobierno de Atenas anunció que llamaba a consultas a su embajadora en Viena.
"Grecia no aceptará convertirse en el Líbano de Europa", advirtió Mouzalas, en referencia a ese país donde los refugiados sirios ya representan el 25% de la población.
El gobierno de Atenas se siente cada vez más sólo dentro de la UE. Desde enero, 102 mil migrantes han entrado en el país por el Mediterráneo, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Además, el plan para repartir a los refugiados que llegan a Grecia entre todos los países de la UE tarda en ponerse en marcha y hasta ahora sólo 600 han sido relocalizados de los 160 mil previstos en los próximos dos años. Igual, hay muchos más que 160 mil personas para relocalizar, claro está.
Tampoco ayuda a Grecia la decisión de la vecina Macedonia de rechazar la entrada en su territorio a los afganos y de pedir a sirios e iraquíes sus documentos de identidad.
La UE también pide explicaciones a Austria y Eslovenia, así como a Macedonia y Serbia (dos países que no forman parte de la UE), por sus políticas en la
frontera que han creado el "atasco" de refugiados en Grecia.
Austria limita a 80 el número de demandantes de asilo y a 3.200 el de personas que pueden cruzar su territorio. El gobierno austríaco asegura que es necesario para enviar "una señal clara" y reducir la entrada de migrantes.
Bruselas acusa también a Eslovenia, Croacia y Serbia, que ayer también fijaron cuotas de ingreso diarias de migrantes a sus territorios. Acordaron limitar a 580 por día el número de migrantes autorizados a transitar por sus respectivos territorios.