Entre los cambios figura el importante Ministerio de Economía y Finanzas, al que volvió Pedro Pablo Kuczynski, que tuvo el mismo cargo en el primer gabinete de Toledo, cuando inició su gobierno el 28 de julio del 2001.
De esas carteras salieron Fausto Alvarado y Eduardo Iriarte, que lo hicieron tras la decisión adoptada por el FIM, que lidera el embajador de Perú en España, Fernando Olivera, de alejarse de cargos en el Ejecutivo para permitir más amplitud al presidente Toledo al elegir al nuevo gabinete.
Durante la ceremonia de juramento en el palacio de Gobierno de Lima, el presidente peruano no tomó la palabra como en otras ocasiones, así como el domingo pasado dejó que Ferrero fuera quien anunciara los cambios en el equipo gubernamental.
No obstante, a las citas no asistieron el Partido Aprista Peruano (PAP), principal fuerza de oposición y liderada por el ex presidente Alan García (1985-1990), quien opinó que las conversaciones buscaban "un simple cambio de nombres" cuando lo que se necesitaba era "un radical" cambio de políticas.
Tibia fue también la participación de la alianza Unidad Nacional (UN), que encabeza Lourdes Flores, que no asistió directamente a las negociaciones por entender que no suponían la cesión de mayor poder político al primer ministro, tal y como su partido había propuesto.
Dijo que éstos deben "tomar poder" así como el presidente del Consejo de Ministros debe ser "fuerte, que tenga capacidad de interlocución con las fuerzas políticas y simultáneamente sea un freno a los excesos o a veces a las indefiniciones presidenciales".
Ferrero afirmó el domingo que el presidente fue elegido por el pueblo para gobernar y que lo seguirá haciendo porque a eso le faculta la Constitución, con lo que rechazó la posibilidad de que diera "un paso al costado".
(EFE)