En setiembre de 2014, cuando el candidato a presidente del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, le pidió que renunciara, Mauricio Cusano dejó su cargo de director en AFE. Este dirigente de
Canelones, que integraba el sector Alianza Nacional (de Jorge Larrañaga), había gastado plata del ente ferroviario en almuerzos en una modesta parrillada de barrio llamada Los Samaritanos, propiedad de su esposa, y que quedaba justo frente a su domicilio en Barros Blancos, información conocida por una investigación publicada por El Observador en aquel entonces.
Al igual que el exvicepresidente Raúl Sendic, Cusano mintió con su título: decía ser ingeniero cuando no lo era. En la web de
AFE figuraba como tal, y después que fue público el uso indebido de viáticos, ese dato fue borrado.
Cusano, además, le mintió a
Lacalle Pou cuando el líder blanco lo llamó para pedirle explicaciones acerca de su maniobra. Le dijo que la boleta publicada en El Observador había sido el único gasto en la parrillada de su esposa, pero en realidad luego se amplió la información y se demostró que hubo más consumos irregulares de ese estilo.
Fue en ese momento que Lacalle Pou dijo basta y le reclamó que renunciara. Cusano se fue de AFE el 16 de setiembre de 2014 y en su lugar asumió tiempo después un dirigente blanco de su confianza. Se trató de Gonzalo Medina, un abogado que trabajaba para el despacho del director blanco.
El 24 de noviembre de ese año, la gerencia de recursos humanos de AFE aprobó un subsidio de un año para Cusano. Medina, que estuvo en total cuatro meses en el cargo hasta que con el cambio de gobierno llegó otro director blanco (Alfonso Lereté), también solicitó el subsidio. Según consta en la resolución de la secretaría general del directorio de AFE a la que accedió El Observador, con fecha 9 de junio de 2015 se aprobó el subsidio por un año para Medina.
Lacalle Pou ha puesto el caso Cusano para ejemplificar su modo de actuar cuando descubre actos irregulares cometidos por dirigentes de su partido.
Lo que pasó después de la renuncia de Cusano no es irregular pero no deja de ser polémico. Medina trabajó cuatro meses y cobró un año de subsidio, llevando al límite un beneficio que, a partir del subsidio otorgado a Raúl Sendic, está en tela de juicio en el ámbito político y en la opinión pública.