Hace 13 años, en las profundidades del ya desaparecido boliche Pachamama,
Trotsky Vengarán se subía al escenario para comenzar dos shows que se transformarían en el
disco en vivo más popular de la banda. En el año del 25° aniversario del grupo, festejar el cumpleaños del disco
Pogo es la primera de las instancias, que luego se coronarán con la salida de un nuevo disco. En el medio la banda planea realizar otros shows homenajeando otros momentos. Pero este viernes y sábado el elegido es aquel que se grabó el 9 y 10 de mayo de 2003, y que enseguida se transformó en un mojón en su carrera. Tanto así que significó que la banda siguiera tocando.
En 2002, la crisis comenzó a azotar el país y Trotsky Vengarán estaba terminando su disco Todo lo contrario. Guillermo Peluffo había recibido una propuesta para trabajar en Chile y trasplantar a su familia. Por lo cual la banda no solo estaba teniendo dificultades económicas para sacar su disco, sino que se planteaban no seguir.
El situación era, tras el esfuerzo del sello para editar Todo lo contrario, el tratar de seguir, grabar un disco en vivo y ver qué pasaba. El boliche Pachamama fue elegido no solo por ser el lugar que una nueva generación de músicos y público había reclamado como propio, sino también por su espacio: un gran escenario, balcones y un buen sistema de sonido apto para grabar en vivo. Ya tenían el lugar y el nombre elegido: Pogo.
Ese año lograron algo impensado para ellos: agotar las 400 entradas disponibles, un hito para entonces. Pero los nervios por tocar bien hicieron que no pensaran en la imagen: el primer show lo tocaron firmes contra el piso, según cuenta Peluffo a El Observador.
Pata Torres fue la responsable de retratar cada segundo de los shows, pensando, según órdenes de vocalista, que cada retrato podía ser la tapa del disco. Al final fue elegida la imagen de Hugo Díaz, azotando su guitarra, y sobre él, el diseñador Santiago Guidotti imprimió las palabras "Trotsky" y "Vengarán" en fucsia y verde, en homenaje a los discos de Elvis Presley y The Clash.
La popularidad, según afirma Peluffo, no solo se consigue con el trabajo sino también con un poco de suerte. Aquí parece que tuvieron ambas. A pesar –y tal vez causada por– la crisis, el rock en esos años empezaba su masividad y Pogo sirvió para que el nuevo público conociera de qué se trataba esta banda que desde 1991 venía llenando los
boliches de punk rock.
En los shows que se realizarán esta semana en Montevideo Music Box se repasará por entero Pogo, para luego tocar otros clásicos de la banda. La idea, según detalla el vocalista, es invitar a todo el mundo: los fans de la primera hora, aquellos que por ahí solo compraron ese disco y no siguieron más con la banda, las diferentes generaciones que los siguen de siempre.
Apelar a su "corazoncito" y reactivar la memoria para celebrar un disco que marcó su historia.