Según expertos consultados por el periódico, las reglas fiscales que son especialmente ventajosas para los contribuyentes ricos habrían permitido a Trump usar esas pérdidas para cancelar una cantidad equivalente en un período máximo de 18 años.
Si bien se desconocen sus ingresos tributables de los años siguientes, esta suma podría haberle permitido reducir legalmente 50 millones de dólares de sus ingresos tributables por año "durante 18 años", es decir hasta 2013.
Esos beneficios
fiscales se derivan, según el NYT, de las pérdidas financieras que dejó atrás a principios de 1990 por la mala gestión de los tres casinos de Atlantic City, su incursión nefasta en el negocio de las aerolíneas y su compra inoportuna de la Plaza en Manhattan.
El rotativo afirma que Trump declinó comentar la información divulgada de su supuesta declaración de la renta.
Sin embargo, la campaña del candidato republicano remitió al diario un comunicado que señala que "el señor Trump es un hombre de negocios altamente cualificado que tiene una responsabilidad fiduciaria con su negocio, su familia y sus empleados para pagar no más impuestos que la obligación legal".
La nota agrega que Trump "ha pagado cientos de millones de dólares en impuestos por la propiedad, las ventas y los impuestos especiales, impuestos de bienes raíces, impuestos estatales, impuestos de los empleados y los impuestos federales".
El comunicado insistió en que el candidato republicano "conoce el código de impuestos mucho mejor que cualquiera que haya sido candidato a presidente y él es el único que sabe cómo solucionarlo".