En un parque natural de Canadá, un padre disfrutaba de la mañana junto a su pequeño hijo ante la atenta mirada de un águila que, a su vez, era observada por un videoaficionado quien captaba los movimientos del ave.
Para sorpresa del camarógrafo, el ave comenzó a descender rápidamente y atacó al niño quien se encontraba sentado en el césped mientras el padre acomodaba sus pertenencias.
El ave, con una envergadura cercana a los dos metros, puso entre sus garras al niño, lo suspendió en el aire por un par de metros y lo soltó.
Afortunadamente, el niño parecía no tener heridas de gravedad cuando el camarógrafo se acercó a ayudarlo. Según National Geographic, el águila, que habita en los cielos de Norteamérica, puede alcanzar unos 150 km/h.
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