Un clásico reinventado

En 1908 el empresario estadounidense Marquis Mills Converse abrió en el estado de Massachusetts la fábrica Converse Rubber Shoe Company. En un principio, el establecimiento producía únicamente suelas de goma para todo tipo de calzados. Pero luego, con un incremento en la calidad de los equipos, la producción se expandió y se centró en la confección de championes enteros. Su primer modelo salió a la venta en 1917 y estaba hechos de lona, algodón y goma rígida. El éxito y la aceptación por parte del público fue tan grande que ya al año siguiente la fábrica producía 20 mil zapatos por día.

En 1921 la marca contrató de manera exclusiva al jugador estrella de básquetbol Chuck Taylor como representante y máxima figura usuaria de los championes. En 1930, cuando Taylor ya era parte del concepto general de Converse, el nuevo modelo de la zapatilla incluyó una estampa con su firma. La misma se mantiene incluso hasta el día de hoy en los diseños.

Durante la Segunda Guerra Mundial la marca fabricó los championes y trajes de goma de los soldados

del ejército de Estados Unidos. Estos equipos les garantizaron protección y abrigo a lo largo de todo el conflicto bélico.

Los modelos que le siguieron a la versión bélica de los championes no tuvieron muchos cambios. Solo se incursionó con la variedad de colores y materiales pero nunca con la esencia de su forma.

En 2003 Nike compró las patentes de Converse por US$ 305 millones y hasta este año las mantuvo inalteradas. Ahora, 98 años después de la salida del primer modelo, el diseño ha cambiado para atraer un público más joven y hacer al calzado más cómodo y duradero.

Las Chuck Taylor All-Star II combinan los dejos del clásico diseño de las Converse con la tecnología desarrollada por Nike. Entre otras innovaciones, incluye plantillas más acolchonadas, arqueadas y 30% más ligeras, lengüeta antideslizante y tela con mayor calidad de algodón l