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Un extraño canto de paz: "Vienen a degollar a nuestros hijos y esposas"
El himno francés, La Marsellesa, llama a la lucha y revuelta armada, pero aparece hoy como símbolo de solidaridad con las víctimas de París
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27 de noviembre de 2015 a las 09:38
Luego de los atentados en Paris a manos del grupo terrorista Estado Islámico, varios símbolos se volvieron recurrentes en Francia y diversas partes del mundo como forma de solidarizarse con las víctimas y la lucha antiterrorista impulsada por el país.
Un ejemplo de esto es el dibujo "Peace for Paris" (Paz para París) del artista Jean Jullien, que incorpora la torre Eiffel al famoso símbolo de "Paz y Amor" que los hippies usaban en los años sesenta.
Pero otro de los símbolos más recurrentes, y quizás el de mayor peso, es "La Marsellesa". El himno francés que originalmente se creó como canto de guerra pero que ahora representa un símbolo de paz.
Venganza y lucha
La Marsellesa surge en 1792 cuando el rey de Austria declaró la guerra a Francia, según informa el sitio web de la diplomacía francesa.
Un oficial que participaba de una misión en Estrasburgo compuso un "Canto de guerra para el ejército del Rin". La canción fue luego adoptada por los federados de Marsella que participaron en la insurrección de las Tullerías en agosto del mismo año.
Dado su éxito entre las fuerzas armadas, el 14 de julio de 1795 se lo declaró "canto nacional" y luego hiimno en 1879. Ocho años después, el ministerio de Guerra adoptó una versión oficial.
Como su origen lo marca, "La Marsellesa" es un himno cuya letra enfatiza la búsqueda de la libertad a través de la lucha, la venganza y el enfrentamiento armado. En sus estrofas, se recalca la presencia de un enemigo al que es preciso eliminar:
¿No oís bramar por las campiñas
A esos feroces soldados?
Pues vienen a degollar
A nuestros hijos y a nuestras esposas
¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
Que una sangre impura
Empape nuestros surcos
Asimismo, funciona como llamado a la lucha y a la resistencia:
¡Temblad! tiranos, y también vosotros, pérfidos,
Oprobio de todos los partidos!
¡Temblad! Vuestros parricidas proyectos
Van al fin a recibir su castigo.
(...)
Franceses, asestad vuestros golpes
o retenedlos, magnánimos guerreros:
perdonad a esas víctimas tristes,
que a su pesar se arman contra nosotros.
Pero no a esos déspotas sanguinarios,
esos cómplices de Bouillé,
todos esos tigres que, despiadados,
desgarran el seno de su madre!
En varias ocasiones grupos de franceses solicitaron la adaptación de la letra, al considerarla muy violenta. En su bicentenario, se creó un comité para encontrarle al himno nacional francés "un texto en armonía con el espíritu republicano de libertad, igualdad y fraternidad y con el deseo universal de paz", según informó El País de Madrid en su momento.
El pedido fue firmado por un centenar de personas, entre las que se encontraban personalidades del ámbito político y artístico. Sin embargo, los reclamos nunca tuvieron éxito ya que "La Marsellesa" está protegida por la Constitución y solo puede ser modificada a través de un referéndum o por acuerdo conjunto de la Asamblea Nacional y el Senado.
Simbolo de paz
El himno francés fue entonado en todo tipo de circunstancias. Por ejemplo, durante el minuto de silencio que se realizó en Francia y del que participaron las autoridades de gobierno; hasta en los estadios de fútbol, como ocurrió en el Stade France (Estadio francés) y en Wembley, el estadio inglés.
También en Uruguay se escucharon sus estrofas durante la concentración en el Kibón.
