Eduardo Espina
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Un mundo irreconocible
Finalmente el futuro está a punto de llegar pasado mañana. Los días de los autos sin conductor están a la vuelta de la esquina. Esto quiere decir que incluso aquellos que no saben manejar o quienes por ancianidad superaron la edad para tener libreta de conducir, podrán tener un vehículo, auto o camioneta, que los lleve de un lugar a otro, así sea la distancia más lejana, pues los vehículos de mañana mismo –ya no de pasado mañana-, podrán realizar largos recorridos pues tendrán autonomía de viaje más prolongada que los vehículos actuales.
Cuando todos puedan acceder a vehículos llamados de "auto manejo", la realidad diaria sufrirá gran transformación, sobre todo en sociedades, como la estadounidense o la japonesa, donde prácticamente todos los habitantes pueden tener vehículo propio.
En la actualidad las grandes urbes no dejan visualizar la superpoblación que padecen porque los jubilados están en sus casas, alejados por obligación de la sociedad activa, ya que no pueden manejar o no tienen a nadie que los transporte, sobre todo cuando quieren salir de la ciudad.
Esto, sin embargo, cambiará radicalmente, pues, contrariamente a lo que pasa en el presente, ningún segmento de la población quedará marginado a la hora de adquirir un coche. Las carreteras estarán saturadas, siendo esta una de las consecuencias de la libertad absoluta asociada a la nueva era de la transportación.
Para 2030, Estados Unidos tendrá la totalidad de su parque automotor compuesto por vehículos autónomos y para entonces su población contará con 71 millones de personas con edad superior a 65 años, la mayor cantidad en la historia de ese país.
Nadie en ese amplio grupo se sentirá obligado a permanecer la casi totalidad del tiempo en su hogar, debido a las restricciones asociadas con la edad. Es decir, con la llegada de los nuevos vehículos habrá un cambio radical de mentalidad.
El mundo será, para nosotros los de esta época, irreconocible. Para la industria del turismo, tal como podemos imaginarlo, vendrán días de gloria pues la independencia de movimiento abrirá las puertas del mundo a todos, principalmente a aquellos que hoy en día solo abandonan sus casas cuando encuentran alguna excursión a buen precio y planeada para jubilados.
