Un tándem perfecto

Para este año los emprendedores definieron que Pimod entrara en la categoría de agencia de publicidad online, 100% enfocada a prestar servicios a clientes para su posicionamiento en internet, y armaron, por otro lado, una oficina dedicada al desarrollo de proyectos propios. “Entendemos que esta división nos permite avanzar a la velocidad que nosotros siempre buscamos”, explicó Buela.

La empresa está creciendo y cuenta con 15 empleados; además ya lograron lanzar tres productos: autotweeting, CHKIN.at y adsocia.

“Si hablamos con algún inversor nos dice que nos falta foco, pero nos gusta hacer cosas y creemos que podemos hacer muchas. Igual, todas tienen un hilo conductor”, dijo Correa.

Los emprendedores tratan de que cada uno de sus proyectos complemente el resto de sus trabajos, y que el aprendizaje los ayude a ser más efectivos a la hora de hacer un nuevo producto. “Tratamos de que las ideas sirvan para aprender cada vez más del mercado y que el grado de error sea cada vez menor a la hora de sacar un nuevo producto”, indicó Correa.

Para los socios, fue fundamental trabajar con la metodología de validar rápido los proyectos.

Según Buela, han visto casos en los que se trabaja un año y, recién después de mucha inversión, se lanza el proyecto al mercado, que muchas veces no funcionan. “Cuánto mejor hubiese sido hacer algo chiquito, probarlo y después hacerlo crecer. Si le vas a errar mejor que sea bien rápido, para que el golpe sea menor”, apuntó Correa y agregó que no es lo que se enseña en la universidad.

Inicio asegurado

Buela, licenciado en comunicación y con un gusto especial por la actividad comercial, sumado a Correa, que si bien estudió para ser contador público se define como “un bicho de internet”, dio como resultado una dupla ideal para desarrollar negocios en el área de la publicidad en internet. Pero antes de conformar Pimod, ambos, en conjunto y por separado, probaron varios proyectos.

Un amigo en común les dijo que debían conocerse y empezar a hacer negocios juntos, pero no fue hasta el 2007 que se les presentó la oportunidad que iba a desencadenar su actual proyecto, cuando en conjunto trajeron Google a Uruguay para realizar un evento.

El director de la agencia de publicidad Punto Ogilvy, Elbio Acuña, había asistido al evento y se interesó en los dos jóvenes. Luego de mantener una conversación, les ofreció asociarse en un emprendimiento conjunto: una agencia de publicidad en internet.

“Se nos presentó una oportunidad muy buena, con la experiencia acumulada en internet del Chino (Pablo Correa), mi enfoque comercial y el apoyo de una agencia líder que ya tenía los clientes”, dijo Buela.

Así nació en noviembre de 2007 Punto Digital. La sociedad duró solo un año: la dupla emprendedora entendió que no quería ser absorbida por la gran agencia, porque se consideraban emprendedores independientes.

Además, no habían tenido la oportunidad de desarrollar proyectos propios, que era su máxima ambición. La experiencia, aseguran, les sirvió para darse cuenta de qué querían para su empresa y de qué no.

Bienvenida independencia

Pimod nació de inmediato, cuando en 2008 se disolvió la sociedad con la agencia de Acuña. “Nos quedamos con clientes de Punto, como parte del acuerdo. Eso nos ayudó a acomodarnos, porque desde el día uno no teníamos oficinas, pero teníamos ingresos”, explicó Correa.

La empresa surgió con dos áreas de trabajo bien definidas: los servicios a clientes en materia de marketing online y publicidad en internet y la pata de negocios dedicada a generar sus propios proyectos. “No queríamos abandonar nuestros productos porque era volver a cometer el mismo error que en Punto Digital”, indicó Correa.

La escuelita de internet

Pimod tiene una fuerte política de capacitación interna. “Hoy las universidades no te enseñan marketing online, no hay carreras específicas. Entonces nosotros todos los viernes hacemos una capacitación que llamamos el evolution day, es como una escuelita de internet”, contó Correa. Esa es la solución que los socios encontraron para ir capacitando a quienes entran en su equipo de trabajo. Cada viernes hablan de los temas que no se enseñan en las diferentes carreras universitarias e incentivan a los compañeros a que lean, estudien y armen presentaciones. “Es una forma de mitigar lo que no se aprende hoy formalmente y tratamos de hacerlo divertido”, dijo Correa. También han generado charlas con personas del exterior y de otras empresas. Esta estrategia, aseguran, les ayudó a seguir creciendo. “Hay poca gente capacitada en la industria y para crecer necesitamos personal. Las universidades son lentas para adaptarse a las nuevas tendencias”, se quejó Correa, pero dijo orgulloso que han logrado generar un equipo en el que “tiran todos para el mismo lado”.

“Generamos una economía con los ingresos que nos proveían nuestros clientes y eso nos permitía financiar la construcción de proyectos”, aportó Buela.

Pero la realidad es que Pimod fue creciendo mucho en cuanto a captación de clientes y no así en el desarrollo de los proyectos.

Eso llevó a que este año decidieran tener dos estructuras, con dos oficinas y con dos objetivos distintos. Buela y Correa se dividieron las tareas: el primero trabaja fundamentalmente en la parte de publicidad y el segundo en el desarrollo de productos, aunque aseguran que se consultan constantemente. “Hace cinco años que con Pablo (Correa) somos socios. Cuando te asociás tenés que saber qué es lo que aportás y qué es lo que aporta el otro. Nosotros lo tuvimos claro desde el primer momento y no se generaron confusiones”, planteó Buela.

A fines de diciembre alquilaron un espacio en el barrio Pocitos, donde Correa trabaja junto a dos personas más con la idea de seguir expandiéndose.

Al día de hoy, los socios están completando el proceso de independización, ya que a su salida de Punto Ogilvy, Alejo Del Castillo, qué creó y vendió Nuvó, se asoció a la dupla que ahora le está comprando su parte. “Fue una experiencia que nos sirvió para adquirir experiencia. Fue valioso tener a alguien que viera el proyecto de afuera y eso también nos hace ser más exigentes a la hora de elegir un nuevo socio”, opinó Correa.

Crecimiento y proyección

“Cuando planteamos una estrategia de posicionamiento en internet a nuestros clientes, no lo hacemos solo desde la experiencia de brindar el servicio, sino que vivimos en carne propia todo con nuestros propios proyectos. Eso nos permitió estar muy en lo último de lo que se hace en materia de marketing y publicidad”, dijo Buela cuando se le consultó el diferencial de su emprendimiento.

Dentro de los planes de expansión, los emprendedores tienen proyectado abrir una oficina en Argentina, pero la economía del país vecino los hace dudar.

También se les han acercado varios interesados en invertir en sus proyectos, pero hoy esperan estar 100% convencidos a la hora de tomar una decisión.

Sin embargo, Buela aseguró que ambos saben que para dar un salto importante como al que aspiran van a necesitar “apalancarse” en alguien.

Productos

autotweeting

Es un software para gestionar cuentas de Twitter que permite automatizar los contenidos. La herramienta que funciona en inglés tiene usuarios de todo el mundo, pero sus mercados principales son Estados Unidos e Inglaterra. “Ya hace más de un año que estamos trabajando con el software, que le compramos a India y que ajustamos en Uruguay”, explicó Correa. El producto está creciendo orgánicamente por viralización y la idea de los emprendedores es que siga en ese proceso para que pueda financiar el resto de los productos. El servicio de Autotweeting se cobra mensualmente a los usuarios que pagan vía Paypal. La opción base cuesta US$ 7 y llega hasta US$ 25, lo que permite manejar 10 cuentas diferentes. Hoy cuenta con más de 4.000 usuarios activos en el sistema. “Somos el software de automatización legal, porque estamos regulados por Twitter”, explicó Correa.

CHKIN.at

Permite hacer check-in en los sitios web. Se instala en Chrome o Firefox y les permite a las personas contar qué están haciendo en la web con un componente lúdico. Con cada check-in en un sitio el usuario genera créditos. “Supongamos que ingresamos en la web de El Observador y tenemos instalado Chekin.at. Va a aparecer un ícono que permite al usuario decidir si contarle a sus seguidores de Twitter y amigos de Facebook que está navegando en elobservador.com.uy”, explicó Buela. Al cliquear en el ícono, se hace un chek-in en el sitio y se comunica automáticamente en las redes sociales, viralizando el producto. “La idea es que los dueños del sitio reclamen su portal como propio y puedan darles premios o incentivos a los usuarios que más visitaron el sitio o, como lo llamamos nosotros, al rey de esa web”, dijo Buela.

adsocia

Es una plataforma de comercialización de tuits patrocinados, que busca interactuar entre famosos y empresas. En Estados Unidos funcionan dos empresas: Adly y Sponsored Tweets. La primera es la que los socios tienen como espejo, ya que se encarga únicamente de celebridades. El sistema intenta también asesorar a la marca para que elija al mejor famoso, que no es necesariamente quien tenga más seguidores. La empresa ya atravesó la etapa de sumar figuras reconocidas y desarrollar el sistema: ahora están enfocados en el área comercial. En el momento cuentan con famosos de ocho mercados distintos, fundamentalmente de Argentina y Uruguay. “Hoy en el mercado de América Latina se hace informalmente, ya que Twitter comenzó a combatir la publicidad encubierta. Nosotros hicimos la plataforma cumpliendo las normas de control que ya se aplican en Estados Unidos”, informó Correa.