La muerte por
ébola de una mujer en el norte de Sierra Leona confirmada hoy, tan solo un día después de que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciara el fin del brote en
África Occidental, ha puesto en cuestión el cierre oficial de la epidemia.
La mujer, que vivía en una aldea próxima a la frontera con Guinea, falleció el pasado martes, pero la causa de su muerte no había sido revelada hasta tener las conclusiones de los análisis.
"Podemos confirmar un caso de ébola en Sierra Leona", dijo la OMS en un comunicado, tras analizar el caso de esta mujer de 22 años.
El jueves los primeros análisis realizados por las autoridades sanitarias de Sierra Leona dieron positivo al virus.
La paciente fue identificada como Marie Jalloh, una estudiante muerta el 12 de enero en Magburaka, en el norte del país, dijo ayer la doctora Augustine Junisa, autoridad sanitaria de la ciudad.
Junisa informó que Jalloh cayó enferma la semana pasada mientras estaba de vacaciones en Baomoi Luma. Después fue transportada por sus familiares por vía terrestre a Magburaka, donde falleció.
Según un alto responsable del ministerio de Salud, la joven vivía habitualmente en Lunsar, otra ciudad del norte de Sierra Leona.
El portavoz de la Oficina de Seguridad Nacional, Langoba Kelly, dijo ayer a la prensa en Freetown que se adoptaron todas las medidas para intentar contener la propagación, incluyendo el aislamiento de la familia de la paciente y las tareas para identificar a las personas que hayan tenido contacto con ella.
Una unidad de gestión de crisis fue activada, los equipos de investigación del entorno fueron desplegados en Makeni y Magburaka, y ya "fueron identificadas algunas personas que hayan tenido contacto con la mujer fallecida", dijo Kelly.
"Nuestro nivel de preparación sigue siendo alto ya que no desmantelamos todas las estructuras que utilizamos para luchar contra el virus", explicó el funcionario, que llamó a la calma y pidió a la población que utilice las medidas de higiene y de prevención utilizadas durante la epidemia.
Riesgo persistente
La OMS había decretado el jueves el fin de la epidemia de ébola en Liberia y en el conjunto de África Occidental.
Sin embargo, el organismo había advertido que existe el riesgo de nuevos brotes en 2016 debido a que el virus puede seguir presente en algunos fluidos corporales de los supervivientes, por ejemplo el semen, hasta un año después.
La epidemia de ébola comenzó en diciembre de 2013 en Guinea, desde donde se propagó a Libera y a Sierra Leona, Estados limítrofes, antes de extenderse en dos años por una decena de países, entre ellos España y Estados Unidos, provocando un total de 11.315 víctimas mortales.
Los residentes en Magburaka, una localidad de 40.000 personas, expresaron su sorpresa y preocupación por el anuncio.
"Es muy inesperado y se produce en un momento en el que pensábamos que el virus estaba fuera de nuestra tierra", se lamentó el productor de maní Allieu Kamara.
El agricultor dijo por teléfono a la AFP que lamenta muchísimo la muerte de la estudiante y que se siente preocupado, pero que confía que "la fuerte presencia de actores claves en el lugar va a recuperar la confianza".
El jueves, la OMS había declarado libre de ébola a Liberia, después de que la organización internacional declaró Sierra Leona libre del virus el 7 de noviembre y a Guinea, el 29 de diciembre, al pasar 42 días desde que los últimos casos dieran negativo en el país.
El ébola es una fiebre tropical hemorrágica que provoca fiebre alta, dolores musculares, vómitos y diarrea. En muchos casos las hemorragias internas provocan fallos de los órganos y los pacientes fallecen en pocos días.
El jueves la población de Monrovia, acostumbrada a que se anuncie el fin de la epidemia y que después vuelvan a surgir nuevos casos, reaccionó con prudencia.