US$ 21.000 por un Polled Hereford de Thompson

El toro que obtuvo el precio máximo fue el de la caravana 21, ganador del Grupo Dos de la 36ª Prueba de Comportamiento, que se destacaba por su extraordinario índice de cría (163), el más alto de todos los reproductores de la oferta.

Los datos de Diferencia Esperada en la Progenie (DEP o EPD por su sigla en inglés) también señalaban que el reproductor sobresalía por su alto peso al destete, a los 15 meses y a los 18 meses, además de la buena producción de leche (esperada para su descendencia de hembras) y área de ojo de bife.

La actividad tuvo un gran dinamismo, en apenas una hora se dispersó toda la oferta que fue muy demandada entre criadores de todo el país. Hubo un público numeroso que acompañó con atención el desenlace de los negocios. La subasta también se transmitió en vivo por Campo TV y por radio Rural.

El presidente de la SCHU, Ricardo Reilly, comentó a El Observador Agropecuario que “era un inicio de zafra esperado, con precios que superan notoriamente a los del año pasado y creemos que esta será la tónica de la zafra de reproductores, dada la situación que atraviesa el sector. Además hay que tener en cuenta la cantidad de vientres que habrá para entorar, según datos de Dicose”.

“Si a todo esto le sumamos la buena primavera, habrá no solo una mayor disponibilidad de vientres de vacas paridas, sino una mayor cantidad de vaquillonas para entorar a los 2 años. Si se considera además el valor del ternero, en comparación a años anteriores, los precios de los reproductores deberían alinearse a la situación comercial que tiene la ganadería en este momento”, analizó.

También señaló que “la serie de cambios introducidos en la prueba de Kiyú se están viendo reflejados en la oferta del producto final, que los clientes lo pagaron en consecuencia. Hubo innovaciones desde el punto de vista técnico, productivo, genético y comercial”.

Reilly destacó que “los principales protagonistas de todo esto son las cabañas participantes, las de siempre y algunas que retornaron a Kiyú. Este remate y los de la Expo Prado reflejaron la buena demanda que hay en este momento por la raza Hereford”.

Por otra parte, el rematador Daniel Dutra señaló que “estamos muy conformes con el resultado de este primer remate de la zafra de toros de campo. En esta oportunidad se ofrecieron menos toros pero de mayor calidad, dadas las nuevas exigencias de la SCHU para el ingreso a la prueba de la Central Kiyú”.

“Concurrió mucha gente, de todo el país. Fue un remate muy ágil. En poco más de una hora se dispersó la totalidad de la oferta a un precio máximo de US$ 21.000, a un mínimo de US$ 3.000 y a un promedio de US$ 5.129”, detalló.

El martillero agregó que “quedó gente sin comprar. Este inicio de zafra es auspicioso, lo que es bueno para todos. Los compradores se llevan muy buena genética y los cabañeros vendieron sus toros a precios razonables. Pienso que las toradas buenas tienen que cotizar en el entorno de este precio promedio”.

Cabe recordar que en la edición 2011 del remate de Los Toros de Kiyú se logró un precio promedio de US$ 3.862 y un máximo de US$ 11.500; por lo tanto, el precio promedio obtenido ayer fue 33% superior al del año pasado, en tanto el máximo fue 82% más alto.

Las cifras ya comienzan a demostrar que, tal como se preveía, estamos ante una zafra de reproductores bovinos que tendrá precios récord.