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Vázquez conducirá "políticamente" a los entes pese al pedido de la oposición
El Poder Ejecutivo "intervino" ANCAP para sacarla de la crisis
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29 de diciembre de 2015 a las 05:00
Los entes son autónomos pero no lo son sus directores, que fueron designados y representan a los partidos políticos". De esta forma resume su opinión el presidente Tabaré Vázquez acerca de cómo deben funcionar las empresas públicas en momentos que la oposición lo cuestiona porque considera que el Poder Ejecutivo "intervino" ANCAP con sus medidas para sacar al ente petrolero de la crisis con que emergió del gobierno de José Mujica.
Es un hecho que Vázquez y su equipo tienen una visión crítica acerca de cómo funcionaron los entes durante el gobierno de Mujica, básicamente por haber actuado casi sin contacto con el Ministerio de Economía y en ocasiones en coordinación con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
De hecho, el astorismo y el propio Vázquez estiman que parte de la crisis de ANCAP se debió a esta falta de control estricto del Poder Ejecutivo.
Vázquez comentó a sus allegados que si los representantes en el Directorio de los entes responden a los partidos políticos, el Ejecutivo debe tener incidencia en su funcionamiento y lo tendrá no solo en ANCAP.
En los hechos lo está haciendo. Los gastos extra –como los viáticos para los viajes– pasan todos por Presidencia y no se pueden ejecutar hasta que Vázquez pone su firma.
Fuentes oficiales dijeron que el presidente quedó alarmado con los montos que algunos gerentes de ANCAP habían recibido en el pasado en el contexto de sus viajes al exterior.
ANCAP, según la oposición está en quiebra y además de las pérdidas de los últimos años (US$ 602 millones entre 2011 y 2014) este año volverá a perder plata.
En la comisión investigadora de ANCAP del Senado –que terminó el 18 de diciembre– Astori así como el ministro de Economía del gobierno de Mujica, Fernando Lorenzo, señalaron que la responsabilidad del estado financiero actual de la empresa es de los que estaban al frente de ella (leáse Raúl Sendic).
También dejaron ver que la petrolera aumentó costos sin el consentimiento de Economía que luego no los reconoció en las tarifas de las naftas.
El exministro Lorenzo reiteró este fin de semana en Uypress que alertó –lo mismo dijo Astori en la investigadora– que las empresas públicas "estaban fuera de control".
Mujica permitió que los entes tomaran decisiones por fuera del radar del equipo económico. Sin embargo, Sendic afirmó que todo el plan de inversiones fue aprobado por el Poder Ejecutivo (Astori era vicepresidente de la República) y negó haber recibido la orden de invertir a mano abierta.
En medio del pase de facturas entre referentes del Frente Amplio –incluso hubo un intercambio de cartas públicas entre Mujica y Astori– el Poder Ejecutivo, con Tabaré Vázquez a la cabeza, tomó las riendas de ANCAP para sacarla de la crisis.
Vázquez ordenó terminar con ese tipo de discusiones y concentrarse en el futuro de ANCAP.
"El tema ANCAP es de aquí en adelante", dijo Vázquez durante una reunión que mantuvo con Astori y el vicepresidente Raúl Sendic, expresidente de la petrolera estatal, quien también había polemizado públicamente con el ministro de Economía por este tema.
A pesar de sus intentos, los pases de factura en la interna del FA no cesaron. En ese encuentro, según lo informó El Observador la semana pasada, Vázquez anunció qué se pondría al frente del proceso.
Además de la capitalización de ANCAP, habrá un reperfilamiento de la deuda y se crearán los cargos de gerente general y gerente financiero.
En el Frente Amplio el senador Rafael Michelini, del Frente Liber Seregni que dirige Astori, pidió la remoción de las autoridades de ANCAP. Ese planteo en solitario en el oficialismo también lo hacen los líderes de la oposición.
Vázquez, que decidió mantener a José Coya en ANCAP, colocó a un equipo que le reportará lo que ocurre en la empresa. Por eso es que la oposición habla de intervención y el oficialismo lo niega.
En el texto para capitalizar a ANCAP que ayer empezó a ser tratado en el Parlamento, se afirma que el Poder Ejecutivo está trabajando "en estrecha coordinación con ANCAP".
Se busca establecer "un plan de readecuación económico financiero y operativo del ente público y sus subsidiarias, orientado a mejorar la rentabilidad y viabilidad de sus negocios, así como la capacidad de gestión de los riesgos de la empresa".
La capitalización de ANCAP es por US$ 622 millones y además se gestionó un préstamo del Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) por US$ 250 millones.
ANCAP, según la oposición está en bancarrota y además de las pérdidas de los últimos años (US$ 602 millones entre 2011 y 2014) este año volverá a perder plata. La ministra de Industria, Carolina Cosse, proyectó que las pérdidas en 2015 serán de US$ 150 millones mientras que Diego Labat, el director blanco en la empresa, estimó US$ 207 millones.
Desde la oposición le recuerdan a Vázquez que ANCAP puede ser la PLUNA que tuvo José Mujica.
Afirmó que hubo un presidente de la República (José Mujica) "soberbiamente irresponsable", un director de la OPP "dogmáticamente ajeno a la realidad", un vicepresidente (Danilo Astori) y un ministro de Economía (Fernando Lorenzo) que "no se animaron a jugársela públicamente ante el inminente desastre que hoy confiesan haber conocido perfectamente".
Pero la lista, detallada en una columna que escribió en El País no quedó ahí. De Posadas entiende que el exministro de Industria (Roberto Kreimerman) tiene una formación profesional y capacidad que "dificulta cualquier explicación de su pasividad ante el daño económico en obvia gestación".
Un presidente de ANCAP (Sendic) "que hoy parece ser lo único visible"; directores y gerentes que "no podían ignorar lo que ocurría pero que si lo ignoraban son culpables de gruesa incompentencia", afirmó. Por último apuntó al sindicato que se hizo "el sota".
De Posadas dice que lo que ocurrió es porque ANCAP no es de nadie y no responde a nadie y sus directores son elegidos por razones ajenas a la empresa.
Mencionó como camino alternativo privatizar "no la propiedad sino el régimen jurídico de los entes, haciendo que su dirección y sus funcionarios sean seleccionados y actuén como ocurre en el mundo real".
Incluso los ciudadanos podrían comprar acciones y el sindicato tener una parte "para ver si eso los ayuda a no fundirla", escribió.
Es un hecho que Vázquez y su equipo tienen una visión crítica acerca de cómo funcionaron los entes durante el gobierno de Mujica, básicamente por haber actuado casi sin contacto con el Ministerio de Economía y en ocasiones en coordinación con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
De hecho, el astorismo y el propio Vázquez estiman que parte de la crisis de ANCAP se debió a esta falta de control estricto del Poder Ejecutivo.
Vázquez comentó a sus allegados que si los representantes en el Directorio de los entes responden a los partidos políticos, el Ejecutivo debe tener incidencia en su funcionamiento y lo tendrá no solo en ANCAP.
En los hechos lo está haciendo. Los gastos extra –como los viáticos para los viajes– pasan todos por Presidencia y no se pueden ejecutar hasta que Vázquez pone su firma.
Fuentes oficiales dijeron que el presidente quedó alarmado con los montos que algunos gerentes de ANCAP habían recibido en el pasado en el contexto de sus viajes al exterior.
ANCAP, según la oposición está en quiebra y además de las pérdidas de los últimos años (US$ 602 millones entre 2011 y 2014) este año volverá a perder plata.
En la comisión investigadora de ANCAP del Senado –que terminó el 18 de diciembre– Astori así como el ministro de Economía del gobierno de Mujica, Fernando Lorenzo, señalaron que la responsabilidad del estado financiero actual de la empresa es de los que estaban al frente de ella (leáse Raúl Sendic).
También dejaron ver que la petrolera aumentó costos sin el consentimiento de Economía que luego no los reconoció en las tarifas de las naftas.
El exministro Lorenzo reiteró este fin de semana en Uypress que alertó –lo mismo dijo Astori en la investigadora– que las empresas públicas "estaban fuera de control".
Mujica permitió que los entes tomaran decisiones por fuera del radar del equipo económico. Sin embargo, Sendic afirmó que todo el plan de inversiones fue aprobado por el Poder Ejecutivo (Astori era vicepresidente de la República) y negó haber recibido la orden de invertir a mano abierta.
En medio del pase de facturas entre referentes del Frente Amplio –incluso hubo un intercambio de cartas públicas entre Mujica y Astori– el Poder Ejecutivo, con Tabaré Vázquez a la cabeza, tomó las riendas de ANCAP para sacarla de la crisis.
Vázquez ordenó terminar con ese tipo de discusiones y concentrarse en el futuro de ANCAP.
"El tema ANCAP es de aquí en adelante", dijo Vázquez durante una reunión que mantuvo con Astori y el vicepresidente Raúl Sendic, expresidente de la petrolera estatal, quien también había polemizado públicamente con el ministro de Economía por este tema.
A pesar de sus intentos, los pases de factura en la interna del FA no cesaron. En ese encuentro, según lo informó El Observador la semana pasada, Vázquez anunció qué se pondría al frente del proceso.
Además de la capitalización de ANCAP, habrá un reperfilamiento de la deuda y se crearán los cargos de gerente general y gerente financiero.
En el Frente Amplio el senador Rafael Michelini, del Frente Liber Seregni que dirige Astori, pidió la remoción de las autoridades de ANCAP. Ese planteo en solitario en el oficialismo también lo hacen los líderes de la oposición.
Vázquez, que decidió mantener a José Coya en ANCAP, colocó a un equipo que le reportará lo que ocurre en la empresa. Por eso es que la oposición habla de intervención y el oficialismo lo niega.
En el texto para capitalizar a ANCAP que ayer empezó a ser tratado en el Parlamento, se afirma que el Poder Ejecutivo está trabajando "en estrecha coordinación con ANCAP".
Se busca establecer "un plan de readecuación económico financiero y operativo del ente público y sus subsidiarias, orientado a mejorar la rentabilidad y viabilidad de sus negocios, así como la capacidad de gestión de los riesgos de la empresa".
La capitalización de ANCAP es por US$ 622 millones y además se gestionó un préstamo del Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) por US$ 250 millones.
ANCAP, según la oposición está en bancarrota y además de las pérdidas de los últimos años (US$ 602 millones entre 2011 y 2014) este año volverá a perder plata. La ministra de Industria, Carolina Cosse, proyectó que las pérdidas en 2015 serán de US$ 150 millones mientras que Diego Labat, el director blanco en la empresa, estimó US$ 207 millones.
Desde la oposición le recuerdan a Vázquez que ANCAP puede ser la PLUNA que tuvo José Mujica.
Desbarajuste, desastre y el sindicato que se hace "el sota"
El exministro de Economía en el gobierno de Luis Lacalle Herrera (1990-1995), Ignacio de Posadas, opinó que "el desbarajuste" de ANCAP no se explica únicamente por la gestión de Raúl Sendic.Afirmó que hubo un presidente de la República (José Mujica) "soberbiamente irresponsable", un director de la OPP "dogmáticamente ajeno a la realidad", un vicepresidente (Danilo Astori) y un ministro de Economía (Fernando Lorenzo) que "no se animaron a jugársela públicamente ante el inminente desastre que hoy confiesan haber conocido perfectamente".
Pero la lista, detallada en una columna que escribió en El País no quedó ahí. De Posadas entiende que el exministro de Industria (Roberto Kreimerman) tiene una formación profesional y capacidad que "dificulta cualquier explicación de su pasividad ante el daño económico en obvia gestación".
Un presidente de ANCAP (Sendic) "que hoy parece ser lo único visible"; directores y gerentes que "no podían ignorar lo que ocurría pero que si lo ignoraban son culpables de gruesa incompentencia", afirmó. Por último apuntó al sindicato que se hizo "el sota".
De Posadas dice que lo que ocurrió es porque ANCAP no es de nadie y no responde a nadie y sus directores son elegidos por razones ajenas a la empresa.
Mencionó como camino alternativo privatizar "no la propiedad sino el régimen jurídico de los entes, haciendo que su dirección y sus funcionarios sean seleccionados y actuén como ocurre en el mundo real".
Incluso los ciudadanos podrían comprar acciones y el sindicato tener una parte "para ver si eso los ayuda a no fundirla", escribió.
