La crisis política que atraviesa el
gobierno por el conflicto con los sindicatos de la
educación reveló la soledad que vive el presidente Tabaré Vázquez por estas horas a la interna del oficialismo. Solo el sector del vicepresidente, Raúl Sendic (Compromiso Frenteamplista), y el del ministro de Economía, Danilo Astori, (Frente Líber Seregni), salieron a respaldar al mandatario.
No hubo voces del oficialismo que defendieran la resolución de
esencialidad que aplicó para intentar obligar a los docentes a dar clases y que, ante el fracaso de la herramienta y las críticas de los sectores oficialistas, Vázquez decidió levantar.
"Hoy Tabaré Vázquez es un hombre en soledad en el poder y esa soledad refleja debilidad", escribió el pasado domingo el analista político Oscar Bottinelli en El Observador.
Pero Vázquez pareció prever esa posibilidad apenas ganó las elecciones. El 30 de noviembre de 2014, horas después que se cerraran las mesas de votación, el candidato oficialista y entonces presidente electo, dio un discurso frente a la Intendencia de Montevideo en el que le pidió a los militantes que no lo dejen solo.
"Queremos que si vamos bien nos digan 'van bien'. Pero que si vamos mal, nos digan 'corrijan el rumbo'. No nos dejen solos. Tienen que exigirnos", dijo Vázquez.