Zapatillas de punta al ritmo de Chopin, Vivaldi y Piazzolla

En marzo de 2010 la compañía ya había deleitado a los montevideanos con otras tres coreografías bajo la misma dirección: Cuatro estaciones de Buenos Aires, Luz distante y Desde lejos, que pudieron verse en el teatro El Galpón. Hoy, mañana y pasado se presentan a la hora 20 en la sala principal del Teatro Solís.

La obra Chopin, número 1 fue estrenada en Buenos Aires en 2010 para celebrar el bicentenario del nacimiento del compositor polaco que revolucionó la música para piano.
Como coreógrafo fue la primera vez que Wainrot se acercó al universo sonoro de Chopin. “Su música me provocó imágenes y emociones profundas, únicas, que he procurado trasladar al movimiento, a las situaciones, a las diferentes frases coreográficas que conforman esta obra”, dijo al momento del estreno en la capital argentina.

Las 8 estaciones, por su parte, se inspira en la composición del violinista Gidon Kremer realizada con base en Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi y en Verano porteño, Otoño porteño, Invierno porteño y Primavera porteña de Ástor Piazzolla. La obra fue estrenada en Bélgica en 2001 mientras Wainrot se desempeñaba como coreógrafo en el Royal de Flanders .
Desde entonces, la pieza suscitó gran interés a nivel internacional y tuvo varias representaciones en Holanda, Alemania y Argentina. La obra coreográfica de 70 minutos de duración es un viaje cíclico dividido en 16 movimientos, en donde los climas se van alternando con vivencias y abstracciones como sucede en la partitura.

No hay historias, sino atmósferas, y se suscita un diálogo entre ambas versiones musicales: la barroca y europea de Vivaldi y la contemporánea y porteña de Piazzolla.

Coreográficamente, en la primera predominan las secciones grupales, mientras que en la segunda se destaca la intimidad de las parejas.

“Con esta obra regresé a los duetos, vocabulario diferente a las secuencias grupales, que mucho me interesé en desarrollar en obras como El Mesías, Carmina Burana o Consagración de la primavera, que son más cercanas a la música sinfónica que a la música de cámara”, explicó el coréografo al momento de su estreno.

Wainrot, que desde 1999 es director artístico del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, estudió danza en el Teatro Colón de Buenos Aires con Vasil Tupin y Eda Aisemberg, y fue el primer bailarín invitado del Royal Winnipeg Ballet de Canadá, del Ballet del Teatro Municipal de Río de Janeiro y del Ballet de Cámara de Caracas.

Junto con el escenógrafo y artista plástico Carlos Gallardo, creó obras como La tempestad, Medea, Carmina Burana, El Mesías, La consagración de la primavera, Anna Frank, Estaciones porteñas y Travesías, así como Un tranvía llamado deseo . Esta última integró la temporada 2011 del Ballet del Sodre, bajo la dirección de Julio Bocca.