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Aerosmith hizo del Centenario su segunda casa
Aerosmith es una de las pocas bandas que aún sigue en pie luego de 40 años de carrera y aún tiene la capacidad de abarcar a un público totalmente heterogéneo. Desde adultos que rozaban los 60 a adolescentes curiosos se encontraron ayer en el Estadio Centenario para asistir uno de los shows más populares del año.
Cerca de 20 mil personas colmaron la Tribuna Olímpica y se ubicaron desde temprano en las gradas. Como prometió la producción, a las 20 casi puntual comenzó Snake con un set de aproximadamente 20 minutos donde tocaron sus hits Mordiendo la Ciudad y Ataque de Pánico, que incluyó el famoso video dirigido por Fede Álvarez.
Aerosmith fue sin dudas la estrella de la noche, sin embargo, unos momentos antes que empezara el show, el presidente José Mujica llegó al Estadio provocando una gran ovación en el público.
Sobre las 21 Steven Tyler y Joe Perry salieron a escena y se dirigieron directamente a la pasarela que ingresaba a la Tribuna Olímpica para interpretar el tema Draw the Line del disco homónimo lanzado en 1977. Pero fue Love in an Elevator la que causó mayor empatía con el público, que acompañó con gritos y saltos.
Como fue de esperar, sus hits más recientes como Pink, I Don’t Want to Miss a Thing y Jaded fueron acompañados con coros del público y un sinfín de flashes, pero los imbatibles fueron sin duda Cryin’ y Crazy, clásicos del grupo que junto a Livin’ on the Edge –que fue dedicada a Mujica, un “luchador por la libertad” según Tyler- fueron las más celebradas.
Perry, por su parte, antes de interpretar Combination habló sobre el encuentro con Mujica y afirmó que en Uruguay encontraron “una segundo hogar”.
Como siempre el resto del grupo fue completado por Brad Whitford en guitarra y Joey Kramer en batería, sin embargo el bajista Tom Hamilton fue suplantado por David Hull, probablemente por problemas de salud que lo vienen aquejando hace tiempo.
Tyler, gracias a y su excelente calidad de frontman acaparó todas las miradas, sea cantando, tocando la harmónica en Pink y Cryin’ o el piano en Dream On, bailando o arengando a los fanáticos que se encontraban en las primeras filas. El paso del tiempo apenas parece haber pasado para el cantante, que con varias arrugas y championes con un estampado animal print corrió a lo largo del escenario y sedujo a todo el público.
