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Caso Salomone: jueza pidió que se respeten derechos de presos
Los secuestradores denunciaron sus condiciones de reclusión
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17 de septiembre de 2015 a las 05:00
Falta de servicios sanitarios y medicamentos, incomunicación con familiares y abogados defensores, restricciones en el acceso al patio y a la comida y carencia de ropa. Esas son algunas de las condiciones de reclusión que los secuestradores de la médica Milvana Salomone, presos en el quinto piso de Cárcel Central, denunciaron ante la Justicia, la Institución Nacional de Derechos Humanos y el Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario, informó ayer el programa En Perspectiva de radio Oriental.
Salomone permaneció secuestrada durante 29 días —entre el 17 de mayo y el 16 de junio— y por su caso fueron procesados con prisión siete hombres, dos de los cuales actualmente cumplen prisión domiciliaria por razones de salud. Los otros cinco, entre ellos los líderes de la banda, Gustavo Lepere y Pedro Leone, están presos y les espera una prolongada reclusión, dado que el delito de secuestro tiene una pena máxima de 12 años de privación de libertad.
Los secuestradores, a través de sus abogados, denunciaron que las condiciones en las que están presos violan sus derechos humanos. Concretamente, la defensora de oficio Anita Cladera, representante de Lepere y de otros dos procesados, presentó un escrito denunciando la situación ante el juzgado penal de 10º turno. Eso motivó que en julio, en plena feria judicial, la jueza subrogante de esa sede, Beatriz Larrieu, realizara una inspección ocular en el centro de reclusión.
Tras el receso judicial, la magistrada titular de la causa, Dolores Sánchez, tomó cartas en el asunto y envió un oficio al Ministerio del Interior (del que depende el Instituto Nacional de Rehabilitación) pidiendo que se cumplan las disposiciones que regulan las condiciones de reclusión y los derechos de los internos.
"La potestad de establecer las condiciones de reclusión es del INR. Como no hay injerencia del Ministerio del Interior a nivel jurisdiccional yo no puedo tomar decisiones en ese sentido, pero sí puedo enviar una comunicación ante el planteo de una situación de este tipo", expresó Sánchez ayer a El Observador.
Sin embargo, consultado ayer sobre los planteos de los secuestradores de Salomone sobre las condiciones en las que están presos, el subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, sostuvo que las celdas "están en buenas condiciones" y que no le consta "que haya ninguna denuncia concreta que no haya sido atendida".
"El sistema es progresivo hacia un lado u otro. Si entran en plan de rehabilitación, con un comportamiento adecuado y demuestran que tienen interés de estudiar o trabajar, van a un sistema de mayor libertad. Si por el contrario reinciden en su conducta, con penas graves o muy graves, van a un sistema de mayor aislamiento solos en las celdas y con menos acceso a cosas", dijo Vázquez ayer a El Observador.
"Dentro de los derechos que tienen como privados de libertad, lo único que tienen prohibido es la libertad. Pero además no tienen acceso a algunos beneficios como radios, televisión o visitas más seguido (...) Lo demás está en el régimen de los demás detenidos en la cárcel", agregó Vázquez. Y aseguró que si bien no tienen baño en las celdas, eso está contemplado y que "si piden ropa se les da".
Ayer, en un comunicado, el Ministerio del Interior informó que la veintena de internos de alta peligrosidad recluidos en el quinto piso de Cárcel Central se encuentran allí en forma "provisoria" hasta que se acondicione un módulo especial en el Comcar. Además de los secuestradores de Salomone están los integrantes de una banda que en junio secuestró a un empresario durante algunas horas y los asesinos de una mujer en un intento de rapiña en una fábrica de pastas, entre otros. La secretaría de Estado indicó que están en un régimen de "máxima seguridad" pero no aislados y aseguró que se le brindan medicamentos y comida.
Salomone permaneció secuestrada durante 29 días —entre el 17 de mayo y el 16 de junio— y por su caso fueron procesados con prisión siete hombres, dos de los cuales actualmente cumplen prisión domiciliaria por razones de salud. Los otros cinco, entre ellos los líderes de la banda, Gustavo Lepere y Pedro Leone, están presos y les espera una prolongada reclusión, dado que el delito de secuestro tiene una pena máxima de 12 años de privación de libertad.
Los secuestradores, a través de sus abogados, denunciaron que las condiciones en las que están presos violan sus derechos humanos. Concretamente, la defensora de oficio Anita Cladera, representante de Lepere y de otros dos procesados, presentó un escrito denunciando la situación ante el juzgado penal de 10º turno. Eso motivó que en julio, en plena feria judicial, la jueza subrogante de esa sede, Beatriz Larrieu, realizara una inspección ocular en el centro de reclusión.
Tras el receso judicial, la magistrada titular de la causa, Dolores Sánchez, tomó cartas en el asunto y envió un oficio al Ministerio del Interior (del que depende el Instituto Nacional de Rehabilitación) pidiendo que se cumplan las disposiciones que regulan las condiciones de reclusión y los derechos de los internos.
"La potestad de establecer las condiciones de reclusión es del INR. Como no hay injerencia del Ministerio del Interior a nivel jurisdiccional yo no puedo tomar decisiones en ese sentido, pero sí puedo enviar una comunicación ante el planteo de una situación de este tipo", expresó Sánchez ayer a El Observador.
Las condiciones
En el piso viven más de 20 presos en régimen de aislamiento, entre los que se encuentran los procesados por el secuestro de Salomone. Según las denuncias, las condiciones son preocupantes al punto de concluir en cuatro intentos de suicidio, dos traslados al Hospital Vilardebó y una huelga de hambre seca. Los reclusos dicen que son obligados a hacer sus necesidades en recipientes que luego son vaciados en un pasillo ante la ausencia de un sanitario. Denuncian que cuentan con una sola muda de ropa (uniforme carcelario) la cual cambian una vez por semana y que no tienen acceso a abrigo. Otros sostienen que han salido al patio una sola vez durante media hora y con los grilletes puestos, en los casi dos meses que llevan presos; o que se vieron obligados a abandonar tratamientos médicos ya que no les permitían recibir medicamentos.Sin embargo, consultado ayer sobre los planteos de los secuestradores de Salomone sobre las condiciones en las que están presos, el subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, sostuvo que las celdas "están en buenas condiciones" y que no le consta "que haya ninguna denuncia concreta que no haya sido atendida".
"El sistema es progresivo hacia un lado u otro. Si entran en plan de rehabilitación, con un comportamiento adecuado y demuestran que tienen interés de estudiar o trabajar, van a un sistema de mayor libertad. Si por el contrario reinciden en su conducta, con penas graves o muy graves, van a un sistema de mayor aislamiento solos en las celdas y con menos acceso a cosas", dijo Vázquez ayer a El Observador.
"Dentro de los derechos que tienen como privados de libertad, lo único que tienen prohibido es la libertad. Pero además no tienen acceso a algunos beneficios como radios, televisión o visitas más seguido (...) Lo demás está en el régimen de los demás detenidos en la cárcel", agregó Vázquez. Y aseguró que si bien no tienen baño en las celdas, eso está contemplado y que "si piden ropa se les da".
Ayer, en un comunicado, el Ministerio del Interior informó que la veintena de internos de alta peligrosidad recluidos en el quinto piso de Cárcel Central se encuentran allí en forma "provisoria" hasta que se acondicione un módulo especial en el Comcar. Además de los secuestradores de Salomone están los integrantes de una banda que en junio secuestró a un empresario durante algunas horas y los asesinos de una mujer en un intento de rapiña en una fábrica de pastas, entre otros. La secretaría de Estado indicó que están en un régimen de "máxima seguridad" pero no aislados y aseguró que se le brindan medicamentos y comida.
