Clínicas, el eterno postergado que nadie quiere financiar

Como si se tratara del juego de la papa caliente, sindicatos y autoridades se pasan el tema y ninguno quiere sacar dinero de su prespuesto. La presidenta de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Susana Muñiz, dijo a El País que el dinero debería venir de la educación y, por ende, estar incluido dentro del 6% prometido.

Por otro lado, los sindicatos de la educación no quieren saber de nada con el Clínicas, o por lo menos de su presupuesto. La Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) rechazó lo expresado por Muñiz, según publicó El País.

Los funcionarios no médicos de Salud Pública tienen una posición intermedia: no creen que el presupuesto deba venir ni de la educación ni de la salud. El presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), Pablo Cabrera, dijo en El Observador TV que el Clínicas debería tener un presupuesto particular, "desprenderse de esa visión de construcción de la Universidad de la República y ser un organismo propio".

Más allá de idas y vueltas en las opiniones, desde los comienzos del proyecto de desarrollo, ya existe un planteo para financiarlo. El documento que contiene los principales lineamientos de la reforma, plantea tres fuentes diferentes y complementarias.

Según el proyecto, las actividades de enseñanza no asistenciales (para las que no se atienden pacientes) y de investigación deberán ser financiadas a través de fondos presupuestales que provengan de la Universidad. "Parece razonable que la fuente continúe siendo el presupuesto universitario, así como los recursos extra presupuestales a los que usualmente acceden los servicios universitarios", agrega el documento.

En segundo lugar, a la actividad asistencial de segundo y tercer nivel (internación, estudios clínicos, uso de tecnología, etc) se le deberán asignar recursos a través de cápitas, como sucede actualmente en el sistema de salud, siempre y cuando se defina una población específica que se atienda en ese hospital. "No obstante, aun en el caso en que no se pueda definir con exactitud un padrón de usuarios, la herramienta de la cápita puede utilizarse como forma de establecer, de manera indicativa, la asignación presupuestal adecuada para las actividades de naturaleza asistencial", aclara.

Por último, el Instituto de Medicina Altamente Especializada (IMAE) y Centros de Referencia continuarán siendo financiados por el Fondo Nacional de Recursos, como ocurre actualmente.