Conductores de Canelones con espirometrías positivas obligados a ir al psicólogo

Esta semana se anunció que a instancias de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), se implementarán dispositivos rápidos de asistencia obligatoria, tanto en la órbita privada como pública, para evaluar a los conductores que presenten una concentración de alcohol en sangre superior al límite permitido por la normativa. En caso de que se confirme su dependencia, se le propondrá iniciar un tratamiento.

Los infractores canarios son sometidos a un análisis médico y a un mínimo de tres sesiones con un psicólogo. Por lo general, no se superan las cinco consultas. Este acompañamiento también se ofrece a las personas que se vieron involucradas en algún siniestro con fallecidos. Las libretas son devueltas, por lo general, por un período de un año y con la condición de una evaluación posterior que incluye otras dos sesiones.

“Es casi despreciable la cantidad de casos en los que no se les devuelve la licencia de conducir por entender que no está apto para circular por la calle”, relató el jerarca.
Y añadió: “En general, la actitud de reconocimiento de la infracción y de las consecuencias es relativamente baja y, en algunos casos, se toma como una molestia más el hecho de tener los controles médicos”.

En el caso de los operativos nocturnos que se realizan en Canelones, las espirometrías positivas superan el 50% de los controles. No obstante, el fenómeno se ha reducido en los últimos dos años; al igual que las multas por falta de casco, según indicó Metediera. “Pero sigue habiendo un disparate de faltas. Cuesta la cosa, cansa, duele, pero va dando sus resultados”, apuntó.

En el primer semestre de 2014, 48 personas fallecieron en accidentes de tránsito ocurridos en Canelones. Solo lo superó Montevideo con 97 muertos.

Las 19 intendencias comparten un registro de suspendidos por alcoholemia positiva pero todavía está pendiente la concreción del registro de infractores.

Para el director del Programa de Salud Mental de ASSE, Horacio Porciúncula, una espirometría positiva “por lo menos amerita un encuentro con un equipo de salud” para, en primer lugar, brindarle información y asesoramiento al individuo sobre lo que constituye una práctica de riesgo. Si su detención fue solo un hecho circunstancial, el contacto “será otra oportunidad para que la persona diga ‘no tomo’” la próxima vez solo para evitarse el trámite. Si se constata un patrón de consumo abusivo, se podrá hacer el diagnóstico y la derivación correspondiente a una unidad de atención especializada. “Va a ser un elemento altamente beneficioso”, afirmó.