A pesar de los grandes avances en el acceso a medicamentos o de nuevas tecnologías para realizar tratamientos, hay enfermedades que resurgieron como la tuberculosis y el virus de inmunodeficiencia humano (VIH). El mundo registró un descenso del 3,2% de las muertes por esta última causa, según datos de la OMS. Sin embargo en Uruguay ocurrió lo contrario y mientras que en 1991 morían 35 personas de VIH, según el último dato procesado por el Ministerio de Salud Pública, en 2014 lo hicieron 175. Esto corresponde a un aumento del 400%.
Esta enfermedad de transmisión sexual muchas veces pasa como asintomática, lo que se ha contribuido a una rápida expansión de la misma. En tanto, la transmisión vertical (de madre a hijo) alcanzó un mínimo histórico.
Las autoridades sanitarias atribuyen la discordancia, con respecto al descenso de muertes en el resto del mundo, a que el acceso al tratamiento antirretroviral "no ha tenido un impacto significativo" en Uruguay, que "es evidente en otros países", según establecen en un informe de Objetivos Sanitarios publicados en su página web.
El aumento de los casos de tuberculosis es un tema que preocupa, porque Uruguay hizo de la lucha antituberculosa una campaña muy exitosa durante muchos años. En 2015 fueron diagnosticadas 909 personas como portadoras de esta enfermedad, lo que significó un aumento del 5,7% con respecto al año anterior. Sin embargo en los últimos años su incidencia en la mortalidad ha disminuido, ya que mientras que en 1991 fallecían 158 personas por esta causa, en 2014 lo hicieron 58.
En los hombres de 25 a 34 años es cuando hay mayor incidencia de la tuberculosis, y en las niñas menores de cinco años es cuando el índice es menor. Sobre todo, esta enfermedad está circunscripta a grandes ciudades, como Montevideo, Maldonado y San José. "Está poco diagnosticada porque los médicos ahora no piensan en tuberculosis, piensan que está controlada", dijo Turnes.