La consultora
Deloitte considera que el Poder Ejecutivo presentó una propuesta presupuestal con un sesgo "optimista" que puede comprometer el cumplimiento de algunas promesas, como la de reducir en un punto el déficit fiscal a 2,5% del PIB al final del actual período. De hecho, plantea la posibilidad de que el gobierno se vea obligado a elevar la carga tributaria para cumplir con sus compromisos electorales, como alcanzar el 6% del PIB para la educación.
"A nuestro juicio, la estrategia desplegada puede no ser suficiente para asegurar una baja significativa del desequilibrio fiscal en los próximos años. De hecho, las proyecciones de ingresos pueden resultar optimistas si la economía termina teniendo una desaceleración más acentuada y/o más prolongada que la prevista por el gobierno, al tiempo que seguramente seguirá habiendo presiones sustantivas de aumento del gasto público en las sucesivas Rendiciones de Cuentas", advierte el informe de Deloitte.
A juicio de la consultora, sería clave el "esfuerzo adicional" que pueda realizarse en materia de racionalización de los egresos". No obstante, "hay un riesgo considerable de incumplimiento de la meta fiscal, que a su vez plantea una probabilidad importante de un ajuste en el esquema impositivo en los próximos años", alerta. Las proyecciones oficiales asumen una expansión del PIB de 2,5%. "En nuestro escenario base, en cambio, prevemos un crecimiento menor a 2% tanto en 2016 como en 2017", sostiene Deloitte.
Por otro lado, dice que el escenario oficial contempla una corrección cambiaria "muy moderada". Las tasas de depreciación nominal suponen un tipo de cambio de
$ 29,6 en el promedio de 2016 –solo 3,5% por encima del valor actual– y asumen en los tres años siguientes variaciones muy similares a la inflación. "En otras palabras, no se prevé un ajuste muy relevante de los precios en dólares en Uruguay, algo que a nuestro juicio es esencial para que el país logre mejorar la
competitividad y pueda seguir creciendo en los próximos años", cuestiona el trabajo.
Finalmente, cabe advertir que pese a la desaceleración económica, el escenario oficial incorpora "aumentos significativos" del salario real (del orden de 2% por año) y un ajuste "muy pequeño en el nivel de
empleo", que abarca solo el presente año. "El hecho de que el marco macroeconómico que subyace al programa fiscal luzca optimista impone un riesgo para el cumplimiento de la meta de reducción del déficit".