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Ginecólogos y parteras cobran por no trabajar en el ex Canzani

Se cerró la maternidad en junio y no fueron derivados a otras áreas
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13 de febrero de 2017 a las 05:00

Hace ocho meses que hay 17 ginecólogos y 11 parteras en la Unidad de Perinatología (ex Sanatorio Canzani) que van a trabajar y no tienen nada para hacer. Los especialistas cobran su sueldo y cumplen su horario, pero la falta de negociación entre el Banco de Previsión Social (BPS) y los trabajadores determina que los profesionales no tengan tareas. "No hay designación de funcionarios, la gente está durmiendo en el edificio", dijo a El Observador la delegada de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), Natalia Argencio.

Una vez resuelto el conflicto entre los trabajadores y la directiva del BPS a fines de 2015, que tuvo el sanatorio paralizado durante 110 días ese año, el Ministerio de Salud Pública (MSP) intercedió y firmaron un acuerdo en abril de 2016.

Uno de los puntos del documento era potenciar el Centro de Referencia Nacional en Defectos Congénitos y Enfermedades Raras (Crenadecer) que funciona en el edificio, otro era desarrollar una policlínica de atención a embarazadas con alto riesgo social, y se abriría también un centro de rehabilitación a nivel nacional para el Sistema de Cuidados. Además, se cerraría la maternidad y se potenciaría la unidad de medicina embriofetal y perinatal, que forma parte del Crenadecer.

"Lo único que se cumplió de ese acuerdo fue que cerró la maternidad el 1° de junio del año pasado", señaló Argencio. Sin embargo, por falta de negociación no se les cambió el régimen de trabajo a los ginecólogos y las parteras –antes tenían guardias y ahora deberían trabajar 40 horas semanales, por lo que no fueron derivados.

Por su parte, la vicepresidenta de la ATSS, Verónica Miranda, señaló que no todo se trata de salario. "Es un agravio al trabajador, es cierto que les pagan el salario, pero nosotros desarrollamos nuestras vidas no solo en base al salario", dijo a El Observador.

El diputado nacionalista Martín Lema fue al sanatorio y constató la situación. "Se tomaron decisiones sin existir un plan, fue un cierre (el de la maternidad) improvisado", dijo el legislador.

Uno de los principales problemas que tiene el sanatorio es que se necesitan especialistas en otras áreas, como en la policlínica de vulnerabilidad social o en la unidad de medicina perinatal, y en el mismo edificio hay recursos humanos sin hacer nada. Para Argencio, "la policlínica está funcionando dos días a la semana en vez de funcionar cinco como es el proyecto".

Juego de roles

La institución depende del BPS, que destina fondos de la seguridad social y los invierte en servicios de salud. "La seguridad social cubre las contingencias de salud de la población que están por fuera de las prestaciones que brinda el sistema", señaló Argencio. Por lo tanto, la designación de funcionarios y las negociaciones también dependen del organismo.

La directora del BPS, Rosario Oiz, dio sus explicaciones sobre el tema: "Se está trabajando en este proceso, pero todavía no se ha terminado de implementar la forma en la que se va a trabajar, porque los usuarios del servicio de internación han cambiado mucho".

La jerarca dijo a El Observador en que es "absolutamente diferente" atender a niños con "problemas de salud vinculados a enfermedades raras" y que por ese motivo aún no llegaron a un acuerdo. "Acá hay especialidades médicas que no necesariamente se adaptan para la nueva función", agregó.

Oiz señaló que la solución tiene "varias fases de ejecución", por lo que están conversando "con la gerencia y los mandos medios". De todos modos, la jerarca no precisó fechas de cuándo terminará el proceso de transición. En tanto, en ATSS creen que se trata de "un problema serio de gestión".

"Lo que habla es la realidad en sí misma y no el discurso que hay detrás de ella", destacó Miranda.

Tiempos pasados

El Sanatorio Canzani tenía la segunda maternidad más grande del país, detrás del Hospital Pereira Rossell. En esa institución se atendían las embarazadas que no estaban en actividad laboral pero que eran familiares directas de trabajadores afiliados a Disse. Una vez que se creó el Fonasa y se centralizaron los nacimientos del ámbito público en el Pereira Rossell, fueron cada vez menos las mujeres que parían en el Canzani, hasta que en 2015 hubo un índice de 18 partos por mes.

"De esa forma no podíamos seguir, pero nosotros le habíamos cambiado el enfoque a la asistencia que brindábamos", afirmó Argencio. El MSP avaló los cambios y determinó que dejarían la maternidad común y se dedicarían exclusivamente a la especializada.

"Si bien el MSP estableció que el sanatorio no solo tiene que consolidarse sino que también debe potenciarse, lo único cierto es que el directorio del BPS al día de la fecha no ha hecho ninguna gestión", sostuvo Miranda.

"Desperdicio de dinero" y partos privatizados

Los ginecólogos y las parteras que trabajaban en la maternidad del ex Sanatorio Canzani (actual Unidad Perinatal) no tienen tareas asignadas y siguen cobrando su sueldo. "Esto es un desperdicio de dinero desde el punto de vista económico y también un acoso moral hacia un personal técnico muy preparado y de altísima trayectoria", dijo a El Observador la vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), Verónica Miranda.

Como la maternidad del ámbito público se centralizó en el Hospital Pereira Rossell, el ex Canzani ya no tiene más partos. Miranda destacó que los médicos involucrados en la gestión del Pereira "no dan abasto con la maternidad única", por lo que derivan embarazadas a prestadores privados. "Nos dimos el lujo de cerrar la segunda maternidad (más grande del país), nos damos el lujo de tener al profesional altamente capacitado con los brazos cruzados y nos damos el tremendo lujo de privatizar los partos del sector público", señaló Miranda.

En tanto, en el sanatorio necesitan de esos profesionales en otras áreas, por lo que a veces deben arreglarse entre los trabajadores para poder brindar la asistencia. "Tenemos ginecólogos que saben hacer ecografías y se pusieron a la orden. Si tenemos que cubrir una licencia de un ecografista, les preguntamos si ellos pueden y después lo elevamos a la gerencia", dijo a El Observador la delegada de la ATSS, Natalia Argencio.

Miranda destacó que el Banco de Previsión Social (BPS) está "en una omisión muy grande con la ciudadanía en general": "Son muchos gastos que tenemos como sociedad por una mala gestión", sostuvo.

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