Juanes y sus mujeres en la noche del Parque Rodó

Los gritos de las mujeres, que conformaban alrededor de un 80% del público, se escuchaban desde la Facultad de Ingeniería o el Tren Fantasma (ubicados a cinco cuadras del Teatro de Verano) incluso antes de que el artista subiera al escenario. Esas voces agudas fueron las mismas que a lo largo de la hora y media que duró el show acompañaron la batería de hits que tocó el colombiano.

Algunas fanáticas, las más jóvenes, incluso lucían vinchas con brillantina que tenían inscripto el nombre del artista, compradas “a solo $10” en la puerta del lugar, según gritaba un vendedor ambulante ubicado al costado de un colega suyo a cargo de un puesto de panchos.

Juanes subió al escenario sobre las 21.50 horas y versionó Could you be loved, del jamaiquino Bob Marley. Vestido con un buzo azul con capucha y una remera debajo, el colombiano tocó La camisa negra y luego saludó al público. “Hace mucho tiempo que no nos veíamos; como 12 años”, dijo el músico paisa (así le dicen a los nacidos en la ciudad de Medellín). En realidad, aquella vez llegó para un concierto promocional.

Esta vez, el colombiano arribó a Montevideo para presentar su disco MTV Unplugged, producido por el dominicano Juan Luis Guerra y que contó con colaboraciones de Joaquín Sabina.

Pero las referencias a la ciudad fueron constantes. En medio de cada tema o entre canción y canción el cantante no se cansaba de repetir: “¡Hola Montevideo!”, mientras las voces agudas del público daban muestras de euforia una y otra vez. Juanes correspondió siempre: nombró a la ciudad al menos unas 20 veces. Las fallas de sonido estuvieron presentes en la noche, pero no generaron mayores disgustos entre la concurrencia. Al finalizar su tema Me enamora, la voz y las guitarras comenzaron a saturar los parlantes. Juanes saludó al público y se despidió, aunque los espectadores se dieron cuenta de que la improvisada despedida era para solucionar el desperfecto. Es que todavía al cantante le faltaba tocar A Dios le pido, la canción que más voces levantó en el coro de uruguayas.

El público esperó sentado y en silencio, en las frías gradas del Teatro de Verano. Cuando volvió, el cantante fue ovacionado por la tribuna como si fuera un jugador de fútbol: “Olé, olé, olé... Juanes, Juanes”, repetía el público. El colombiano se arrodilló y tomó una bandera uruguaya que le tiraron desde la platea baja. Se envolvió en el Pabellón Nacional y levantó sus brazos. El público volvió a estar.

Juanes le pagó a sus fans con A Dios le pido como último tema y prometió volver en menos de 12 años. “Por favor que no pase tanto tiempo entre una y otra vez ¡Por favor!”, insistió.