“Subestiman la dificultad del problema”. Esta frase la tomé prestada de un conocido miembro del ecosistema emprendedor y aplica a la perfección para el tema de esta columna.
Cuando trabajamos este tema, tanto a nivel de consultoría como a nivel académico, muchos suelen subestimar la importancia de definir correctamente un modelo de negocios. Le suelen dar importancia a otros aspectos, como por ejemplo el grado de innovación.
La innovación en sí misma carece de valor si no hay un vínculo con la realidad que la valide, y ese es el modelo de negocios.
En otros casos, creen que alcanza con tener un potente espíritu combativo para salir adelante y que con esa cualidad será suficiente para llevar su idea a una etapa posterior.
Permítanme la analogía pero como estamos en Uruguay sé que será bienvenida: la diferencia del mundial 2010 frente a otras experiencias no fue el espíritu combativo: fue la notable capacidad ofensiva que tuvimos.
En el mundo emprendedor damos por descontado de que el espíritu existe, pero también debemos dar por descontado que debemos combinarlo con otras habilidades.
Un tercer tipo de respuesta que tenemos cuando hablamos de modelos de negocios es que ya está todo probado y que lo único que hay que hacer es elegir un modelo y aplicarlo.
Basta mostrar la gráfica de evolución de nuevos modelos de negocios para descubrir que es creciente año a año, por lo que no resulta una respuesta convincente.
La realidad es que debemos trabajar mucho en las etapas iniciales en la elección de él o los modelos de negocios que más apliquen a nuestra realidad.
Hoy, Google y Facebook han impuesto modelos que sirven de ejemplo a millones de emprendedores del mundo de internet. Plantearse generar “audiencia” sin costo para luego vender publicidad parece una idea fácilmente replicable para muchos emprendedores, “subestimando la dificultad” de tener millones de usuarios para que esto se transforme en negocio.
¿Cómo trabajar el modelo de negocios? La clave es poder modelar distintas situaciones, manejando distintos tipos de contratos, distintos tipos de públicos y evaluarlos todos, siempre. Viendo el bosque tendremos la oportunidad de elegir el mejor árbol. Nos vemos en la próxima.
* Director Ejecutivo Balseiro Marketing
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