En Uruguay se han registrado fenómenos climatológicos de varios tipos. El último de ellos fue el tornado que atravesó a la ciudad de Dolores y provocó muertes y destrucción. En 2005, el país también sufrió las consecuencias de una tormenta, aunque en ese caso se trató de un ciclón extratropical.
En entrevista con el programa En Perspectiva, la experta Madelaine Renom marcó las diferencias que existen entre estos fenómenos.
Un tornado se forma dentro de una tormenta y se trata de un fenómeno "muy chico", explicó Renom. Eso quiere decir que el impacto tanto en tiempo como en espacio es muy corto (dura apenas unos minutos y afecta unos 10 kilómetros). Además, su trayectoria es imposible de pronosticar.
Para que se formen debe darse un choque de masas: una cálida y húmeda contra una fría y seca. Eso genera nubes de tormentas que a su vez se agrupan para generar una supercelda (una gran nube circular). El tubo puede formarse en unos 40 minutos, aunque no siempre se convierte en tornado, sino que solo lo hace cuando el vórtice toca tierra. El tornado puede formarse en entre dos y cinco minutos, y eso es lo que lo hace difícil de predecir.
Es imposible prever la trayectoria del tornado. Se estima que el que se originó en Dolores implicó vientos de unos 200 kilómetros por hora que afectaba unos 120 metros a la redonda de donde iba pasando.
Según Renom, Uruguay se encuentra en una de las tres grandes regiones de tornados. En primer lugar se encuentra Estados Unidos, luego Argentina y en tercer lugar el sudeste asiático. Específicamente, la zona más sensible de Uruguay para que se formen tormados es el suroeste y el litoral oeste.
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En estas zonas también pueden formarse ciclones extratropicales. Se forman a partir de bajas presiones y los vientos que ocasiona son intensos y se extienden durante varias horas. Un caso de ciclón extratropical fue el que sucedió el 23 de agosto de 2005. En una situación como la de este martes, de bajas presiones, puede darse un ciclón extratropical, ejemplificó Renom.
El huracán difiere del resto de los fenómenos por el modo en que se forma y los territorios por los que se extienden. Pueden alcanzar dimensiones de 400 kilómetros por hora y sus movimientos se producen en tiempos largos, por lo que se puede ir monitoreando. Eso también hace que sea predecible qué zonas va atravesar, cuál es su dimensión y dónde desaparecerá. Los huracanes son frecuentes en el sureste de Estados Unidos.
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