El Banco Mundial afirma que la migración puede ser beneficiosa para la prosperidad y el desarrollo global

Esto sería particularmente en el caso de los países ricos y de medianos ingresos que están lidiando con el envejecimiento de la población, así como de las naciones de bajos ingresos que luchan por crear empleos para sus jóvenes, según la institución con sede en Washington.

Alrededor del 2,5 % de la población mundial, o sea 184 millones de personas, incluidos 37 millones de refugiados, viven fuera de su país de origen. La mayor parte, el 43% vive en países en desarrollo.

Las poblaciones de todo el mundo están envejeciendo proporcionalmente a un ritmo sin precedentes, lo que hace que muchos países dependan cada vez más de la inmigración para alcanzar su potencial de crecimiento a largo plazo, se afirma en el informe sobre el Desarrollo Mundial 2023, Migrantes, refugiados y sociedades.

Mientras tanto, se espera que la mayoría de los países de bajos ingresos experimenten un rápido crecimiento demográfico, lo que presionará para la creación de más puestos de trabajo para los jóvenes.

“La migración puede ser una fuerza poderosa para la prosperidad y el desarrollo”, dijo Axel van Trotsenburg, director gerente senior del Banco Mundial.

“Cuando se gestiona adecuadamente, proporciona beneficios para todas las personas, en las sociedades de origen y de destino”, agregó.

En la actualidad, la movilidad transfronteriza involucra principalmente a personas de países en desarrollo, que constituyen una gran mayoría de los 295 millones de personas que viven fuera de su país de nacimiento.

Mientras tanto, los países en desarrollo también son el destino de más de un tercio de los 260 millones de migrantes económicos y más del 85% de los 35 millones de refugiados y solicitantes de asilo en todo el mundo.

A pesar de las interrupciones causadas por la pandemia de Covid-19, algunos de los factores que impulsan a largo plazo la movilidad se fortalecieron y se espera que se intensifiquen aún más en las próximas décadas.

Las tendencias demográficas divergentes, las tensiones causadas por el cambio climático, las nuevas tecnologías transformadoras y las crecientes desigualdades dentro y entre los países se encuentran entre estas fuerzas, afirma el banco.

La violencia y el conflicto también dieron lugar a grandes y repentinos movimientos, incluso desde Siria, Sudán del Sur, Myanmar, Venezuela y, más recientemente, Ucrania.

Una mejor movilidad reconoce que los migrantes y refugiados son “más que meros proveedores de mano de obra o víctimas a las que proteger; son personas con capital humano, identidades, culturas y preferencias”, según el informe.

“Son hombres y mujeres que a menudo toman decisiones difíciles y merecen un trato justo y decente.

“Del mismo modo, los países de destino son más que meros mercados laborales. Son sociedades complejas con intereses, procesos de toma de decisiones y electorados diversos y, en ocasiones, contradictorios”, agrega el texto del documento.

El informe destaca cuatro corredores para la movilidad. El principal es el que conduce a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, aproximadamente 40 millones de personas de países de altos ingresos y aproximadamente 90 millones de países de ingresos medios y bajos.

Un segundo conjunto de corredores conecta a los países en desarrollo con los países del Consejo de cooperación del golfo árabe (CCG), unos 30 millones de personas, en su mayoría de países de bajos y medianos ingresos en Asia y Medio Oriente.

Otro conjunto de corredores comprende los movimientos “Sur-Sur”, que cubren a unos 105 millones de personas. Estos movimientos suelen tener lugar dentro de las subregiones.

El cuarto grupo está compuesto por refugiados que huyen de la persecución, el conflicto y la violencia y que tienen derecho a protección internacional.

La mitad de todos los refugiados son niños, y muchos otros se tornaron vulnerables a causa de sus experiencias. La mayoría de los refugiados están alojados en países de ingresos bajos o medios vecinos de sus países de origen, y una proporción cada vez mayor vive en situaciones prolongadas de exclusión.

El número de refugiados casi se triplicó en la última década según el informe y subraya las urgencias por gestionar mejor la migración.

Para el Banco Mundial, los enfoques actuales no sólo no logran maximizar las ganancias potenciales de desarrollo de la migración, sino que también causan un gran sufrimiento a las personas que se desplazan en situaciones de dificultad.

“El objetivo de los formuladores de políticas debería ser fortalecer la combinación de las habilidades de los migrantes con la demanda en las sociedades de destino, al tiempo que protegen a los refugiados y reducen la necesidad de movimientos en dificultades”, precisa en el informe.

La recomendación es que los países de origen deben hacer de la migración laboral una parte explícita de su estrategia de desarrollo.

Deberían reducir los costos de las remesas, facilitar la transferencia de conocimientos de su diáspora, desarrollar habilidades que tienen una gran demanda a nivel mundial para que los ciudadanos puedan obtener mejores trabajos si migran, mitigar los efectos adversos de la "fuga de cerebros", proteger a sus nacionales mientras están en el extranjero y apoyarlos. a su regreso.

Mientras tanto, los países de destino deberían alentar la migración donde las habilidades que traen tienen una gran demanda, ayudar con la inclusión de los migrantes y abordar los efectos sociales que generan preocupaciones entre sus ciudadanos.

Deberían permitir también que los refugiados se muevan, consigan trabajo y accedan a los servicios nacionales dondequiera que estén disponibles.

En las próximas décadas, la proporción de adultos en edad de trabajar se reducirá drásticamente en muchos países. Se prevé que la población adulta en edad de trabajar en España, de 47 millones se reduzca en más de un tercio para 2100, y los mayores de 65 años aumentarán hasta el 39% de la población desde el 20% ciento actual.

Es posible que países como México, Tailandia, Túnez y Turquía necesiten en plazos relativamente breves más trabajadores extranjeros porque su población ya no crece.

Para el Banco Mundial, “los migrantes son una fuente de crecimiento económico y una mayor eficiencia en las economías de destino, especialmente a largo plazo. Al aliviar las restricciones del mercado laboral, amplían la oferta y reducen los precios de muchos servicios y bienes”.

Los inmigrantes poco calificados realizan muchos de los trabajos que los locales no están dispuestos a aceptar. Los migrantes altamente calificados, como enfermeros, ingenieros, atletas profesionales y científicos, generan efectos indirectos en la eficiencia local, sectorial y nacional y aumentan la productividad de sus compañeros de trabajo.

El informe puntualiza que “los beneficios dinámicos a largo plazo de la inmigración, aunque más difíciles de cuantificar, incluyen los efectos indirectos de la productividad, la promoción del espíritu empresarial, la innovación y una mejor provisión de servicios críticos como la educación y la atención médica”.

También destaca que la cooperación internacional es esencial para hacer de la migración una fuerza poderosa para el desarrollo y que “se necesitan esfuerzos multilaterales para compartir los costos de la acogida de refugiados y abordar la migración en dificultades”.

(Fuente: World Bank)