El cine al rescate de la NASA

La NASA vuelve a cobrar relevancia y no solo por el hallazgo de agua en Marte. La película Misión rescate, que se estrena el próximo jueves en los cines uruguayos, genera altas expectativas por su exitoso estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto y por estar protagonizada por Matt Damon y dirigida por Ridley Scott. Este filme que costó más de US$ 100 millones destaca no solo la ingenuidad y valentía de aquellos que parten rumbo al espacio, en este caso al planeta rojo, sino también los bloqueos burocráticos que los viajeros sufren en casa.

Sin revelar mucho, es posible contar que uno de los puntos de la trama involucra al director de la NASA, Terry Sanders (Jeff Daniels), quien se ve forzado a contemplar el impacto negativo que tendría para las relaciones públicas el hecho de mostrar imágenes del cadáver de Mark Watney (Damon), capturadas por satélite. El presupuesto de la organización está limitado y semanas de mala prensa podrían interferir en la realización de futuras misiones a Marte.

Dicho esto, la NASA nada tiene que temer en cuanto a mala prensa respecta con Misión rescate. En la película, un equipo diverso de astronautas liderados por Melissa Lewis (Jessica Chastain) en el espacio y por Vincent Kapoor (Chiwtel Ejiofor) en la Tierra, muestran su coraje y su inteligencia al momento de resolver problemas, ayudando además a trabajar por la paz mundial. Es difícil pensar en una mejor publicidad para la maltratada agencia espacial, que ha soportado una serie de recortes presupuestales en los últimos años y ahora debe depender de los rusos para llegar a la Estación Espacial Internacional.

En el rubro de "películas espaciales que cuentan con Damon y Chastain en su elenco", también está Interestelar, de 2014. La película más reciente de Christopher Nolan es una plegaria cinematográfica por una mayor inversión en el programa espacial estadounidense, un tema que ya se develaba claramente desde el trailer inicial que adelantaba la película.

"Siempre estamos definidos por nuestra habilidad para superar lo imposible", informa el personaje de Matthew McConaughey al público mientras se exhiben imágenes de campesinos cultivando y de presentadores de noticias conmovidos por los logros aéreos de pilotos y astronautas. "Y contamos esos momentos. Esos momentos en los que nos atrevemos a apuntar más alto, a romper barreras, a alcanzar las estrellas, a hacer conocido lo desconocido. Contamos esos momentos como nuestros logros que más nos enorgullecen", agrega en Interestelar.

Algo ha cambiado en los últimos años, pero la esperanza no está completamente perdida. "Quizá nos olvidamos que aún somos pioneros. Y apenas hemos comenzado. Nuestros logros más importantes no pueden estar detrás nuestro, porque nuestro destino está arriba", continúa McConaughey. Incluso el más cínico de los espectadores se ve emocionado por los pensamientos de grandeza, de logro, de hazaña.

Como Interestelar, Tomorrowland sugiere que el rechazo de la priorización de la NASA podría literalmente conducir a la perdición. La película estrenada a mediados de este año gira en torno a una adolescente precoz que comete actos de sabotaje industrial para demorar el cierre de Cabo Cañaveral.

La propia NASA respaldó con fuerza su fracaso de taquilla. "La nueva película de Disney, Tomorrowland, imagina un mundo donde soñar con la tecnología del futuro puede hacer avanzar a la civilización y llevar a la Tierra a un mejor lugar", publicó la agencia.

Incluso un personaje que encarna el cinismo, el publicista Don Draper (Jon Hamm) de la serie Mad Men, llegó a emocionarse al pensar en la Luna. Discutiendo el histórico aterrizaje lunar con su hija adolescente Sally (Kiernan Shipka), Don reaccionó bruscamente cuando ella sugirió que el gobierno no debía invertir millones en la exploración espacial cuando los problemas de desigualdad en la Tierra permanecían tan vigentes.

"¿Quieres que tus hermanos te escuchen decir eso?", le pregunta Don a Sally, luego de que ella da a conocer su visión adolescente sobre la inutilidad de las misiones Apollo. Don, un maestro del discurso de venta, sabe bien que el simbolismo esperanzador de poner a un humano en la Luna importa mucho más que destinar fondos a la asistencia social cada año.

"El prestigio nacional es importante, incluso aunque nuestro actual presidente no lo sepa", escribió el político estadounidense P.J. O'Rourke en un pedido de 2012 para renovar el énfasis en los viajes espaciales. Los mismos son un asunto que va más allá de la ideología y que tiene que ver con el fanatismo.

¿Será el renovado optimismo de la industria cinematográfica suficiente para salvar a los programas espaciales de la NASA? Hollywood no determina cómo un gobierno distribuye sus fondos, así que tal vez no. Pero influye al público sobre el abandono de la búsqueda de la excelencia en el cielo.

La NASA vivió su era dorada en los años 1960. En ese entonces, el porcentaje del presupuesto destinado a la organización era del 4,4%. Hoy en día ronda el 0.5%, situación que ha generado críticas entre la comunidad científica por la incertidumbre que genera al momento de lanzar o no misiones al espacio, o qué proyectos se pueden desarrollar.