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Frente Amplio teme por los marinos que deberán tripular las patrulleras que el gobierno comprará para la Armada
El Frente Amplio teme por la seguridad de los marinos que tripularán las patrulleras oceánicas que Uruguay se apresta a comprar al astillero gallego Cardama.
Tal preocupación fue manifestada por la senadora Sandra Lazo, presidenta de la Comisión de Defensa Nacional de la cámara alta, el lunes 11 en la sesión de dicho órgano.
Lazo alertó sobre la controvertida elección de Cardama para la construcción de las patrulleras, un astillero sin experiencia en este tipo de navíos.
“Nos preocupan los dineros públicos y la soberanía del país, como seguramente preocupan a todos en esta comisión. Pero, además, nos preocupa la seguridad del capital humano, es decir, del personal. En caso de que se concrete la adquisición, a nuestro entender y por lo anteriormente expuesto a través de diferentes canales de información, esa seguridad no está siendo garantizada”, manifestó.
Agregó que “hay imágenes actuales del astillero (Cardama) que nos han llegado a todos y que nos preocupan. Hemos recibido esas alertas y las compartimos con esta comisión de la forma más leal posible. También hemos hablado de este asunto con el señor ministro, con respeto, aunque discrepando con su posición”.
La senadora hizo estas manifestaciones en una sesión en la que se analizó la negativa del gobierno a remitir el expediente de la compra de las patrulleras (OPV, por sus siglas en inglés) al Parlamento, aunque sí se invitó a todos los legisladores que lo deseen a concurrir a la sede del Ministerio de Defensa para consultarlo.
Una delegación del Frente Amplio, que Lazo integró, ya concurrió en una oportunidad a revisar el expediente, sin salir conforme con lo encontrado.
Lazo recordó que muchas de las empresas que participaron del controvertido proceso licitatorio han planteado quejas y reparos a los mecanismos empleados y las decisiones tomadas.
“Quiero señalar que algunos oferentes hicieron ciertos reclamos en cuanto a la forma en que se dio este proceso” y señaló que muchos artículos periodísticos han alertado “sobre un mal negocio”.
Lazo dijo no entender por qué no se envía el expediente al Parlamento esgrimiendo que es “reservado”.
“Una vez más queremos dejar constancia del reclamo que hemos hecho los legisladores del Frente Amplio que integramos esta comisión en cuanto a la necesidad de que esta comisión parlamentaria conozca el contenido del contrato, en el entendido de que lo que se va a adquirir es una capacidad estratégica para nuestro país (…) Consideramos que deberíamos analizar qué pasó, de manera de entender en qué se está gastando y si esos costos son razonables. Asimismo, queremos tener la certeza de que esto no va a tener derivaciones que puedan ir en contra de nuestros intereses como nación”.
Más allá de eso, la senadora señaló que el Frente Amplio coincide en la necesidad de contar con las OPV: “Eso está fuera de discusión”.
El senador oficialista Luis Alberto Heber le preguntó a Lazo por qué no es suficiente ir a ver el expediente al Ministerio. “¿Por qué esto no alcanza? (…) ¿Cuál es el tema? ¿Sienten que no es lo correcto que el Poder Legislativo vaya al Poder Ejecutivo? ¿Cuál es el argumento detrás de esto?”.
Lazo dijo que no se niegan a concurrir al Ministerio, pero entienden que deberán estar allí muchas horas. Si el expediente quedara en situación de “reservado” en el ámbito de la Comisión la tarea se facilitaría. También señaló que el Frente Amplio desea conocer el contrato firmado con Cardama y eso no está en el expediente.
Al comenzar la sesión, la última sesión de este período legislativo, Lazo agradeció “el buen ambiente de trabajo”.
“No voy a decir que ese buen relacionamiento es a pesar de nuestras discrepancias, porque en realidad estamos acá porque tenemos una representación y diferencias notorias que hacen a la democracia. Pero esas diferencias siempre se mantuvieron con respeto”.
Trámite muy cuestionado
El proceso de compra de dos OPV para la Armada ha generado críticas de empresas, protestas de potencias extranjeras, reclamos sindicales y fuertes disidencias en el seno de esa fuerza.
En julio el gobierno anunció que se comprarán dos patrulleras a un costo de 82,2 millones de euros (unos US$ 92 millones), al astillero español Cardama.
El proceso se inició al comienzo del gobierno, cuando el presidente Luis Lacalle Pou anunció que se haría un llamado a precios internacional para comprar dos patrulleras oceánicas. Un extenso pliego de condiciones fue fijado como base del llamado.
En marzo de 2022 se abrieron las tres ofertas recibidas, que correspondían a las firmas Damen (Holanda), Kership (Francia) y China Shipbuilding Trading Co. (China).
Según se informó, la comisión técnica asesora de la Armada sentenció que solo la oferta china cumplía con los requerimientos establecidos en el pliego. Pero Damen interpuso dos recursos administrativos por entender que había sido mal evaluada y pidió anular lo actuado.
En enero de 2023, García declaró desierta la licitación ya que las tres ofertas eran más caras de lo que Uruguay podía gastar. El ministro diría luego que las ofertas habían sido de 168 millones de dólares por los dos buques.
El 7 de marzo el embajador de China, Wang Gang, le manifestó a García, el “descontento” de su gobierno con el manejo del tema, ya que el precio era negociable.
Tras un intento frustrado por comprar dos patrulleras noruegas usadas, en abril se hizo un nuevo llamado internacional para que se presentaran ofertas. A diferencia de la convocatoria de 2021, no hubo un pliego exhaustivo de requerimientos y condiciones.
El plazo de entrega de ofertas aún no había vencido cuando se supo que una delegación de la Armada y del Ministerio, encabezada por el subsecretario Rivera Elgue y el jefe de gabinete del comandante Wilson, el capitán de navío Marcelo da Silva, había visitado a una de las empresas que estaban compitiendo: Cardama.
Otros astilleros sintieron que se estaba manifestando una preferencia por uno de los participantes en el llamado.
El 31 de mayo, el contraalmirante Gustavo Musso, jefe del Estado Mayor de la Armada, elevó a Wilson un detallado análisis de las ofertas recibidas, que dejó a Cardama como la peor de las cinco que estaban dentro del rango de precios.
Cardama fue al fin la empresa seleccionada y Musso pasó a retiro.
