La palmera de la tribuna visitante del estadio de Danubio, un icono del fútbol uruguayo, está en vías de extinción. Tras ser plantada por un grupo de chiquilines del club hace décadas y sobrevivir a un incendio perpetrado por hinchas de Cerrito en 2004, un insecto denominado picudo rojo la está dejando seca y sin vida.
La directiva de Danubio que se reunió el lunes decidió hacer un nuevo tratamiento de vacunación, en un último y desesperado intento por erradicar a la plaga que tomó la palmera.
Sin embargo, el intendente del estadio Jardines del Hipódromo María Mincheff de Lazaroff, Óscar Figueroa, dijo a Referí que ya vio varias palmeras secarse en los últimos tiempos por el mismo insecto, el picudo rojo, cuyo nombre científico es Rhynchophorus ferrugineus.
"Ya hace como dos o tres años anda en la vuelta esta plaga, antes de la pandemia secaron muchas palmeras. El picudo rojo las empieza a comer de arriba y se les empiezan a caer las ramas", reveló Figueroa a Referí.
"Vivo al lado de la Facultad de Ciencias y ya mataron cinco o seis palmeras, las seca todas. En el fondo de mi casa tengo una y la secó. La que tiene el vecino de al lado de casa va en el mismo camino. En las afueras de Jardines, enfrente del estadio hay otra palmera de un vecino que también la agarró y se está secando. Cuando saltó el tema del picudo rojo, la vacunaron, aguantó un tiempo más, pero no le hizo efecto ninguno porque la agarró el bicho de nuevo. Yo soy de Paysandú, tengo familiares sobre la ruta 3 y también agarró muchas palmeras en esa zona. Es un insecto que está agarrando todas las palmeras", agregó Figueroa.
"La palmera que tengo en casa se secó en un año desde que la agarró el bicho. Lo que queda es el tronco y las ramas secas. El picudo las come de arriba para abajo. A la palmera de Jardines ya se le cayeron varias hojas de arriba, pienso que al ritmo que va, en cuatro meses ya no tiene vuelta. La vacunaron dos veces y no causó efecto, la volvió a comer el bicho", agregó.
El estadio de Danubio se inauguró en 1957. Poco después, un grupo de chiquilines encontraron en la calle una palmera y la plantaron en un pozo que estaba en la tribuna visitante con escasas esperanzas de que prendiera. Pero prendió, creció y con el tiempo se convirtió en una postal de esas que quedan prendidas en las retinas para siempre para todos los que pisaron el escenario franjeado. En el año 2000, se construyó la tribuna visitante, que antes era una especia de talud con pasto y escalones, pero sin gradas. Esa edificación respetó a la palmera y la dejó en su lugar histórico.
El sábado 22 de mayo de 2004 la palmera de Danubio fue incendiada por hinchas de Cerrito, lo cual generó un encontronazo entre ambas hinchadas a las afueras de Jardines con intervención de la Policía.
La rápida intervención de Bomberos logró salvar la palmera que se mantuvo estoica. Hasta la aparición del picudo rojo.
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