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El traje de los futbolistas celestes de regalo por 20 años sumando para la oveja
Fabio Montossi, Investigador Principal Referente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), dados sus variados aportes en la ovinocultura, recibió un premio de alto valor y a la vez bien diferente a lo que se estila –como una plaqueta o un cuadro–, dado que le obsequiaron un traje idéntico a los que utilizaron los futbolistas y el resto de la delegación de la selección uruguaya que recientemente participó en el Mundial de Qatar.
Según averiguó El Observador, el reconocimiento consideró 20 años de trabajo del ingeniero agrónomo Montossi, primero en el Proyecto Merino Fino desde 1998 a 2008, luego en la fase inicial del Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (Crilu) desde 2008 a 2021 y actualmente en la fase dos del Crilu.
¿Qué es el Crilu?
Montossi recibió el presente de manos del actual presidente del Crilu, Juan Carlos Tafernaberry, y de otros tres expresidentes del consorcio: Juan Pérez Jones, Alfredo Fros y Francisco Donagaray.
El traje que se le obsequió, como el que utilizó Luis Suárez, el capitán Diego Godín y el técnico Diego Alonso, por ejemplo, fue fruto de una secuencia que consideró lana Merino producida en campos de Uruguay que fue lavada, peinada y cardada y exportada como top a Italia, donde se proceso e hiló la tela que, de regreso en Uruguay, fue utilizada por el sastre Luis Muto para elaborar saco y pantalón.
Esa movida fue denominada “Lana celeste a Qatar” y consideró un trabajo conjunto de del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), el INIA, el Crilu, la industria peinadora uruguaya representada en la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la Secretaría de Deportes y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), con el apoyo de Uruguay XXI que trabaja en la promoción a nivel mundial de la marca sectorial Uruguay Wools.
“Cualquier regalo hubiese sido especial, porque lo que uno valora es el reconocimiento de gente e instituciones que tanto aprecio, incluso no sé si lo merecía con tanta gente que ha hecho tanto, pero bienvenido y más con este simbolismo que ese traje tiene”, dijo Montossi a El Observador.
También contó que la sorpresa fue, dadas las circunstancias, a medidas, por adelantado, dado que obviamente en su momento le agendaron una visita al sastre, de modo que se pudiese tomar las medidas y el traje fuera “a medida”.
“Es un traje que es producto de un desarrollo conjunto de la investigación y la producción, por eso tiene para mi tanto valor”, añadió.
La entrega del reconocimiento se realizó teniendo como marco una gran movida del sector ovino, durante dos jornadas, denominada “Seminario Internacional de Lanas Finas: De la prenda al Campo”, organizada por INIA, Crilu y el SUL.
En Tacuarembó, en instalaciones del INIA, hubo conferencias en la jornada inicial y en la jornada siguiente una visita al establecimiento “Bonanza” del productor Andrés Benia y luego, en la tarde, se realizó la 22ª entrega anual de carneros de la raza Merino a 82 productores consorciados.
El momento del sector ovino
Montossi, consultado sobre el momento del sector ovino, que afronta dificultades especialmente para comercializar carne y lanas de ciertos micronajes, comentó: “Hoy para hablar del rubro hay que segmentarlo, el proceso de especialización que señalamos en 2003 en la actividad ‘Del campo al plato’ ocurrió en estos 20 años, proyectamos una especialización de producción de lanas muy finas y sobre los suelos más marginales del Uruguay, con razas prolíficas para producción de carne en la que la lana no incidía, y otro sector de lanas finas de lo que denominamos un ‘moderno doble propósito’, solo que en esto último al final el micronaje se ubicó más debajo de lo pensado, está entre 20 y 23 micras, no en el rango donde hoy se ven más dificultades para comercializar las lanas”.
“Vengo de Nueva Zelanda y allá tienen el mismo problema más vender esas lanas, por encima de las 23 micras. Lo de la carne, que está costando ahora, es algo totalmente coyuntural, eso está claro, como pasa con la carne vacuna. Lo que no es coyuntural es la menor demanda por lanas de arriba de 25 micras, si bien hay se están buscando alternativas basándose en usos finales, por el concepto de que la lana, sea cual sea, es biodegrabable y eso se compara con otras fibras, pero esas señales no están llegando hacia atrás, a nivel productivo”, comentó, a la vez que destacó que el sector productivo está respondiendo con manejos tendientes a seguir afinando las majadas.
