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Pulgas, olores y caca de perro: reclusión de teniente Duarte sancionado afectó su salud según Institución de Derechos Humanos
El Ministerio de Defensa Nacional vulneró los derechos a la dignidad y a la salud del teniente Nelson Duarte por haberlo mantenido arrestado un mes en un recinto “que no cumple el estándar adecuado”, señala una resolución unánime de la directiva de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh).
Según el dictamen del 10 de abril, Duarte fue recluido en una habitación en la Brigada de Ingenieros 1 donde se constató “la existencia de pulgas, olores y presencia de materia fecal correspondiente a la proximidad del sector de entrenamiento de perros”.
Si se abría la ventana se recibía un penetrante olor a la acumulación de heces de los canes, había denunciado la defensa de Duarte. Además, el cuarto tenía la sanitaria obstruida, lo que derivaba en serios problemas de higiene.
La Inddhh no encontró, en cambio, que la sanción que recibió el teniente vulnerara sus derechos, ni que se le restringiera la atención médica durante su arresto a rigor. De todos modos, se resolvió “mantener abierta la investigación en torno a la situación funcional” del oficial sancionado.
En febrero, el entonces ministro Javier García sancionó con 30 días de arresto a rigor al teniente Duarte, que viene denunciando irregularidades en el Ejército desde el año 2013. Duarte ya cumplió la sanción. Actualmente se encuentra en su casa sin poder presentarse a trabajar.
La sanción, de las más duras en la escala de las Fuerzas Armadas, le fue impuesta a Duarte por haber concurrido sin autorización al programa Desayunos Informales, donde habló de la situación que le toca vivir en el Ejército.
Duarte cobra su sueldo sin ir a trabajar desde 2021 porque así se lo piden sus superiores.
Si bien se comprobó que sus denuncias eran ciertas, desde entonces ha recibido una sanción tras otra y nunca más logró un ascenso.
Una de sus primeras denuncias fue que el Ejército enviaba a sus soldados a instalar piscinas para una empresa privada, sin que existiera ningún convenio que lo habilitara. Los pagos se recibían en negro.
En diciembre de 2022, la cartera de Defensa reconoció que cedió personal militar para trabajar en la instalación de piscinas de la marca Akesse durante 16 años, de 2000 a 2016, tal como informó El Observador.
También se corroboró que –tal como había denunciado Duarte- militares habían traído whisky de contrabando del Chuy en vehículos del Ejército y que se hacían trabajos de carpintería para la empresa de un coronel.
Sin embargo, salvo un par de sanciones menores, los responsables de estas “irregularidades” no fueron penados. Tampoco se llevó el caso a la Justicia.
Duarte también denunció manejos irregulares con el combustible del Ejército. A raíz de ello, en setiembre de 2021, el entonces comandante en jefe del Ejército, general Gerardo Fregossi, ordenó una investigación administrativa.
Fregossi designó como funcionario instructor al general Marcelo Pose, quien era el jefe del Comando de Apoyo Logístico del Ejército (CALE), la dependencia denunciada por Duarte.
Al tomarle declaración, Pose le dijo que tuviera "cuidado a quién involucra, no sea cosa que involucre gente que no quiere involucrar’".
Los servicios jurídicos del Ministerio de Defensa aconsejaron investigar las amenazas de Pose. Sin embargo, poco después Pose fue designado agregado militar en Washington y luego comandante de la principal región militar del país, mientras que Duarte fue nuevamente sancionado.
