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Reforma educativa: eliminan bibliografía de Demasi para tratar la dictadura y la cambian por libro de Sanguinetti
La Administración Nacional de Educación Pública elaboró más de 100 programas de estudio nuevos —incluyendo aquellos asociados a talleres optativos— que ahora están a consideración de los docentes.
Pero hubo dos que sufrieron modificaciones entre la propuesta original del equipo técnico y aquella que desembarcó en las manos de maestros y profesores tras la revisión de los consejeros del Codicen: el programa de Historia Contemporánea y el de Educación para la Ciudadanía.
El cambio más llamativo, en ese sentido, fue el cambio en los autores para abordar la dictadura cívico militar (1973-1985). Se suprime al historiador Carlos Demasi del programa de Historia (incluyendo sus libros de referencia sobre historia comparada en los años previos al golpe de Estado) y, en su lugar, se suma el libro La Agonía de una Democracia del expresidente colorado Julio María Sanguinetti.
“Era relevante incorporar una visión de uno de los protagonistas de esa parte de la historia”, justificó a El Observador el consejero Juan Gabito Zóboli, quien propuso agregar el libro de Sanguinetti.
Y continuó: “Si bien en ningún programa hubo aprobación, y solo se tomó conocimiento de la propuesta para dar paso a las asambleas de docentes, hubo uno pocos (como en Historia) que merecieron observaciones importantes”.
El secretario general del sindicato de profesores, el profesor de Historia Emiliano Mandacen, enseguida salió al cruce y criticó que la incorporación de Sanguinetti “va contra la laicidad: porque no incorpora miradas de historiadores, sino a un protagonista que hace política”.
En esa línea, explicó a El Observador que “hay un intento de los sectores más conservadores de instalar como verdad válida la teoría de los dos demonios (en que se entiende que la dictadura es una consecuencia directa de la lucha contra el movimiento tupamaro) cuyo principal exponente es el expresidente Sanguinetti”.
La Agonía de la Democracia es un libro que, según dijo Sanguinetti a El Observador, “fue escrito con intención de verdad". El expresidente afirmó que "más allá" de que "pueda reflejar" su "pensamiento democrático y liberal personal", se trata de un "relato lo más objetivo posible de los hechos".
Y señaló que hay dos hechos “incuestionables”: los tupamaros “se levantaron en armas contra un gobierno democrático” y, a la vez, “el golpe de Estado ocurrió cuando los tupamaros ya estaban presos”. Pero, insistió, “en los últimos años se ha tergiversado y se ha querido instalar un relato excluyente de parte de los hechos objetivos (en referencia al rol de la guerrilla)”.
—¿Su intención es sentar por escrito su visión de la Historia?
— Cuando uno escribe lo hace para llegar a los lectores con lo que considera su visión más ajustada de los hechos. Increíblemente el libro de La Agonía de la Democracia había sido ignorado. Al ser un texto escrito por un político se dice que queda contaminado, cuando hemos visto a muchos historiadores que hacen política con los mismos hechos. Ser político no te descalifica como narrador histórico, así como ser historiador no te califica cuando se hace un manejo falaz de los hechos—comentó tajante Sanguinetti.
La voz de un “indiscutido”
Entre los autores que integran la bibliografía del programa de Historia Contemporánea hay algunos que, pese a los cambios de administraciones, se mantienen firmes: José Pedro Barrán y Benjamín Nahúm.
El sobreviviente de esta díada, Nahúm, dijo a El Observador que “es peligroso que entre Sanguinetti en una bibliografía de estudios liceales, porque la realidad histórica debería escapar a las miradas partidistas”. Según el célebre historiador —de 85 años y quien fue inspector de Historia en Secundaria— “la narración histórica debería hacerse despojada lo más posible de los colores, porque, de lo contrario, se es deshonesto con los estudiantes”.
Para Nahúm “es tan peligroso que se base el programa en un libro de Sanguinetti como que se guíe por los dichos de (José) Mujica”, porque lo central no es sumar voces de protagonistas, que “son solo fuentes”, sino la conceptualización de los hechos con el mayor método científico posible.
En este sentido, dijo que “es posible que cuando muera la generación (de Sanguinetti y Mujica) se deje de discutir tanto cómo se cuenta la historia reciente, porque, en definitiva, la Historia no puede ser dicha solo porque yo o Fulano lo dice, tiene que haber evidencia".
La propuesta del Programa de Historia by El Observador on Scribd
