Los trabajadores de la refinería de
ANCAP se declararon en conflicto y resolvieron suspender la puesta en marcha de la planta de La Teja hasta que la empresa revierta su resolución de reducir las guardias mínimas.
La refinería está parada desde febrero por tareas de mantenimiento y aunque su reactivación estaba prevista para julio, sucesivas medidas gremiales aplazaron las reparaciones.
Ahora, a pocas semanas de la reanudación definitiva, la Federación de Trabajadores de ANCAP (Fancap) puso una nueva traba y resolvió "no poner en marcha la refinería hasta que no se acuerde la constitución de las guardias mínimas que garanticen la seguridad de la planta".
Los trabajadores de La Teja rechazan los cambios aprobados por el directorio de la empresa el pasado 12 de junio, que implican una reducción de las guardias mínimas requeridas para realizar distintas tareas.
Tres meses más tarde,
y con la esencialidad ya levantada, los trabajadores de la refinería se niegan a ceder en el número mínimo de trabajadores por cuestiones de seguridad y por considerarla una decisión unilateral que "desconoce" y "pisotea" la ley de negociación colectiva.
"Las guardias mínimas son la mínima cantidad de operadores que deben controlar el proceso productivo", explicó a El Observador el dirigente de Fancap Gerardo Rodríguez. "Están pensadas para atender las diferentes situaciones de emergencia que se pueden presentar", agregó.
Rodríguez dijo que el sindicato trató de revertir la decisión de la empresa "por la vía de la negociación", y argumentó ante el directorio y el
Ministerio de Industria que no se puede comparar la refinería uruguaya con otras del exterior. Sin embargo, "ante la insistencia del directorio de mantenerla, se fueron agotando los canales de diálogo", afirmó.
Según comentó el dirigente sindical, hace días comenzaron los trabajos de prueba para la reactivación de la planta, pero el sindicato ya inició los pasos formales para detener ese proceso. "Hemos reivindicado que a ANCAP la defendemos trabajando y que es estratégico poner en marcha la refinería, pero no a cualquier precio. Hay un límite que no vamos a pasar, que es poner en riesgo la salud de los trabajadores", concluyó.