Entre enero y agosto se llevaban vendidos en Uruguay 145 vehículos 0 km por día, incluyendo automóviles, utilitarios y utilitarios deportivos (SUV). La cantidad total fue de 35.312 unidades, 7% más que en igual período de 2022, y 11% por encima de 2021, años que también habían tenido una buena performance, según datos procesados por El Observador.
Esas cifras, que pueden parecer solo un montón de números fríos y aburridos, reflejan el comportamiento que están teniendo algunos indicadores de la economía local, y que están jugando su partido en las decisiones de consumo.
¿Por qué se están vendiendo más automóviles? Hay tres puntos a tener en cuenta para responder a esa pregunta.
Uno está vinculado claramente con el precio del dólar, una variable muy sensible para el mercado de vehículos nuevos, y cuya evolución suele mover la aguja de la demanda en una u otra dirección.
La foto actual muestra que el dólar en Uruguay ha permanecido casi que planchado durante todo el 2023, y se ha movido en la franja de entre $ 37,5 y $40, con caída acumulada de casi 5%. Esto tras un 2022 donde la moneda ya había perdido fuerza y había descendido 10%. Esa dinámica está incidiendo favorablemente en el desempeño de las ventas.
Atado a eso está la evolución de los salarios reales, que a julio crecieron 4% interanual promedio, según datos oficiales, y superaron levemente el nivel pre pandemia. Esto en un contexto de caída de la inflación que se afianzó en los últimos tres meses.
Y un tercer elemento es el dinamismo del mercado de trabajo, que se refleja en el aumento del empleo. En el último año móvil se crearon unos 50 mil empleos. A eso se suma la recuperación de los empleos perdidos durante la pandemia y los perdidos en los cinco años de estancamiento previo.
En resumen, la apreciación del peso, la recuperación de los salarios y el aumento del empleo son los tres grandes factores que han impulsado la compra de este tipo de bienes.
Como se mencionó anteriormente, la comercialización de vehículos nuevos está fuertemente ligada a los vaivenes del precio del dólar en el mercado local. Pasa algo similar con otros bienes durables como los electrodomésticos.
Y eso se ve con claridad en la siguiente gráfica elaborada por el Observatorio de Coyuntura Económica de la Universidad Católica, que dirige el economista Javier de Haedo.
En ella se comparan en períodos móviles de 12 meses las ventas de autos nuevos (en azul) con la evolución del precio del dólar relativo al IPC (en verde).
Desde 2021 se observa un crecimiento firme de las ventas de autos, de manera simultánea con un firme fortalecimiento del peso uruguayo (o debilitamiento del dólar a nivel local como precio relativo al promedio de los precios de la economía).
Cuanto más barato es el dólar, más barato son los precios de los bienes cuyo precio relevante es el dólar, porque se importan. Y son más baratos relativamente al salario de las personas y al ingreso de los hogares.
La recuperación del ingreso de los hogares está empujando el consumo, aunque una parte de esa demanda se fuga a la región y en especial hacia Argentina que sigue barata para los uruguayos.
Una forma de verlo es en la recaudación de impuestos como IVA e Imesi que registran caídas en lo que del año, según los reportes que divulga mes a mes la Dirección General Impositiva, aun cuando el consumo crece.
Los viajes por turismo y compras también se reflejan en la balanza turística con Argentina. Todo apunta a que por primera vez en la historia ese saldo será negativo para Uruguay en 2023.
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