Ante la escasez de lluvias OSE se vio obligada a prohibir a partir de este miércoles el uso de agua potable para fines no esenciales en
Montevideo, Canelones, Florida y
Lavalleja, departamentos donde viven más de dos millones de uruguayos. La empresa estatal asegura que saldrá a controlar a los usuarios y quienes utilicen el recurso para lavar el auto, para riego o para llenar piscinas deberán pagar $ 811, que es lo que cuesta el costo de reconexión del servicio.
En diálogo con El Observador, el presidente de OSE, Milton Machado, prefirió no decir con cuántos inspectores cuenta la empresa como para salir a fiscalizar. "Vamos a ir saliendo con la gente que se necesite", expresó. Según explicaron a El Observador fuentes del anterior directorio de OSE, el organismo tenía hasta el año pasado poco más de 12 inspectores, que generalmente se encargan de controlar conexiones irregulares o que las empresas no tengan contratados servicios familiares, sino el que les corresponde.
Aunque en casos de
emergencia, como el que atraviesa OSE, se pone a disposición personal que generalmente cumple otro tipo de tareas administrativas. "Esperamos no tener que cortarle el agua a nadie", dijo Machado a El Observador. La última vez que se tomó una medida similar fue en el verano de 2009, también a raíz de la falta de lluvias.
En ese entonces, según dijeron fuentes del anterior directorio de OSE a El Observador, se le cortó el servicio a "dos o tres" personas, por usar agua para para lavar el auto.
Machado volvió a decir que el objetivo de la medida "no es salir a multar" puesto que no tiene "un fin recaudatorio" sino que se busca concientizar a la población de la situación. OSE tiene planteado intimar a quienes estén haciendo mal uso del agua. Si pasados tres días una nueva inspección constata que no se cumplió con la orden, se cortará el servicio, por lo que el usuario deberá pagar la reconexión, que es 1 Unidad Reajustable (unos $ 810).
El presidente de OSE espera con los anuncios de lluvias de la próxima semana la situación empiece a normalizarse. Si bien dejó en claro que es difícil evaluar exactamente cuánta agua se necesita para salir del déficit, estimó que al menos serán necesarios entre 50 y 60 mm de lluvias.
Además de la cantidad, la situación puede variar dependiendo del modo en que llueva. Por ejemplo, si llueve pausado y en largos períodos de tiempo, el agua no llega a escurrirse y por tanto no se acumula, sino que la misma tierra la absorbe. Lo mejor para OSE sería que llueva de forma intensa en un período corto. Otro factor que juega en contra son las altas temperaturas para la época, puesto que es más fácil que el agua se evapore.
La empresa estatal estima que para la primavera el problema estará resuelto, aunque las medidas de cautela en el uso del agua son para llegar a setiembre sin mayores inconvenientes.