Medina, de 83 años y una de las actrices más importantes del medio, recibió esta distinción por su aporte a la cultura uruguaya como referente del teatro nacional, reconocida tanto a nivel local como internacional, y también por su aporte a la Academia, según explicó Jorge Arbeleche, vicepresidente de la institución, quien colaboró con Medina en varios espectáculos lírico-teatrales.
La actriz ya formaba parte de la Academia Nacional de Letras como Académica de Número desde 2009, integrando el órgano directivo de la institución junto a otros dieciocho colegas de diversas ramas. La diferencia con respecto a su anterior posición consiste en que los Académicos de Honor son elegidos por ser figuras de relevancia a nivel nacional e internacional. Arbeleche explica que se trata de la máxima distinción que otorga la Academia, y que no es necesario haber sido Académico de Número con anterioridad para recibir este reconocimiento.
El nombramiento fue determinado por el Plenario de la Academia y convierte a Medina en la tercera mujer que recibe este título, tras Juana de Ibarbourou, quien lo percibió en 1960 y Amanda Berenguer, en 2006. Arbeleche establece que este tipo de nombramientos son "excepcionales" y menciona como otros ejemplos a Washington Benavides y a Mario Benedetti.
En la ceremonia de designación, realizada en el auditorio del Centro Cultural de España que lleva su nombre, Medina recitó, a modo de agradecimiento, los poemas La pasajera y Como una sola flor desesperada, de Juana de Ibarbourou, y Casa de belleza, de Amanda Berenguer. Asimismo, recordó el poema La sangre derramada, del español Federico García Lorca como homenaje al Centro, para luego concluir con un monólogo de la obra Juana la loca, de Henry de Montherlant, que la actriz ha interpretado a lo largo de su carrera y por la que ganó el primero de sus doce Premios Florencio en 1962, en la que fue la primera edición de ese galardón.
Trayectoria destacada
Medina, hija de padres argentinos aunque nacida en Montevideo, fue integrante de las primeras generaciones de estudiantes de la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD), donde fue alumna de Margarita Xirgú. Su debut sobre los escenarios se produjo en 1950 con una versión de Romeo y Julieta.
Si bien se ha destacado en el teatro de repertorio, Medina ha interpretado obras de todo tipo, desde clásicos hasta espectáculos unipersonales. Su labor actoral más reciente fue durante la segunda temporada de la obra Sangre joven, presentada en el Teatro Circular de Montevideo.