De hecho, las pertenencias de la propia presidenta fueron retiradas en la tarde de ayer del palacio presidencial de Planalto para ser trasladadas a la residencia de Alvorada, lugar desde donde la mandataria esperaba la votación final.
Dado que el número de miembros de la cámara inscritos para hablar ante los demás superó la mitad de los senadores, el horario de votación previsto inicialmente para la hora 19 se retrasó y fue aplazado hasta entrada la madrugada de hoy. A su vez, la sesión ya se había retrasado en un principio, dado que en lugar de comenzar a las 9 de la mañana como se había planificado, comenzó pasada la hora 10.
Durante las exposiciones de los senadores detractores del proceso se utilizaron diferentes calificativos para nombrarlo, dentro de los cuales "golpe" fue el más utilizado. "¡Es una burrada monumental!" expresó, por ejemplo, el senador del PMDB, Roberto Requião, que defiende a la mandataria pese a que su partido, que era aliado del Partido de los Trabajadores, rompió relaciones con el Ejecutivo. "No tengo nada contra la presidenta. No juzgo a la persona, analizo los hechos", exclamó por su parte Wilder Morais, senador del Partido Progresista, exaliado de Rousseff.
Entre las voces que apoyan el impeachment se destacó el senador y excandidato a la presidencia Aécio Neves, que aseguró que en una nación presidencialista como la de
Brasil la mandataria "no puede, jamás, transferir su responsabilidad a subordinados" y que "la responsabilidad en la gestión de las finanzas públicas es intransferible", haciendo referencia al delito de responsabilidad de la que se la acusa (ver nota en página 4). Al cierre de esta edición aún restaba que hablara el expresidente Fernando Collor de Melo, que durante su presidencia también afrontó un proceso de destitución.
Folha de S. Paulo informó que, como último acto presidencial, Rousseff dará una conferencia de prensa sobre las 10 de la mañana, donde se espera que vuelva a expresar que se mantendrá "fuerte" y que resistirá el "golpe", además de reiterar que la renuncia no se encuentra entre sus planes. Según informan medios locales, el Senado informará a Rousseff en el correr de la mañana de hoy sobre la decisión tomada por mayoría.
El lugar de Rousseff al frente del gabinete de gobierno lo ocupará Michel Temer, actual vicepresidente, que rompió con Rousseff en marzo de este año junto al resto del Partido por el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el cual lidera. Con este resultado, Temer ocupará la Presidencia hasta que el Senado tenga su veredicto final y, si es destituida definitivamente, se quedará al frente de Brasil hasta el 1° de enero de 2019, fecha en la que asumirá un nuevo presidente electo.