Más de 270 talleres mecánicos aceptaron las condiciones del Banco de Seguros (BSE) y se suscribieron un acuerdo para ser proveedores de servicios para la empresa estatal.
Desde el 19 de abril, los
talleres mecánicos afiliados al Centro de Talleres Mecánicos Automóviles (CTMA) dejaron de tomar los precios fijados por las compañías
aseguradoras y pasaron a imponer sus propias tarifas. La medida responde a un viejo reclamo de los talleristas, que denuncian que las tasaciones fijadas por las aseguradoras no contemplan el aumento de los costos en los últimos años.
El
conflicto ya se remontaba a fines del año pasado, cuando el CTMA denunció el convenio salarial que tenía con el BSE, bajo el entendido que este último "no respetaba la paramétrica y postergaba durante meses los ajustes". Al caer el convenio, el BSE, principal agente del mercado de seguros por siniestros de automóviles, realizó un llamado a los talleres que quisieran inscribirse individualmente como proveedores de servicios. Hasta el momento, 270 talleres se inscribieron, aceptando trabajar bajo las condiciones planteadas por la aseguradora del Estado.
"Con este proceso estamos en condiciones de asegurar la cobertura en todo el país con los criterios de calidad que exigimos a los talleristas", dijo Álvaro Motta, gerente de reclamaciones del BSE.
Entre suspensiones y denuncias
Además, los talleres nucleados en el CTMA decidieron dejar de utilizar el sistema informático por donde se ingresan y procesan los siniestros de automóviles en el BSE, haciendo que el trámite se tenga que efectuar por ventanillas, lo que genera atrasos en las tasaciones.
"El BSE está tratando que cada uno de los talleres firme un contrato individual", dijo a El Observador el presidente del CTMA, Carlos Satragno, quien de todas formas advirtió que les será "muy difícil" cubrir el total de las "con talleres chicos que no estaban en la cadena habitual".