En octubre de 2016, un joven de 19 años murió tras recibir un disparo en las afueras del boliche
Coyote, ubicado en Colorado y San Martín. Pese a que contaba con las habilitaciones, la Intendencia de Montevideo decidió suspenderlas, y la Justicia investigó el caso. Ahora, como condición para volver a abrir, se pedirá aumentar las condiciones de seguridad.
Según explicó a El Observador el prosecretario de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia, para poder volver a funcionar se condicionó al local a instalar una mesa de convivencia con los vecinos, el municipio, la intendencia y los dueños del local.
Además, se exige la instalación de dos
cámaras de 180 grados HD en ambas esquinas de la cuadra donde se ubica el local, que deberán funcionar durante las 24 horas. "Esto es para que, si sucede algo en la puerta poder tener filmación y además para que el local le ofrezca a los vecinos la seguridad de tener cámaras a disposición del Ministerio del Interior", aseguró Di Candia.
Por otra parte, se probará un plan piloto de venta de entradas anticipadas.
El caso
La intendencia había suspendido las habilitaciones del local a principios de octubre luego de los incidentes en la
fiesta "plus 14", denominada Candy.
El problema se dio en las afueras del local bailable, luego de que inspectores de la comuna constataran que se estaba llegando a la capacidad máxima de personas (1.100), por lo que el personal de seguridad decidió impedir que continuara el ingreso.
Eso ocasionó que se produjeran avalanchas y pedreas, y los inspectores dieron aviso al 911.
La situación se dispersó, pero sobre las 4 de la madrugada volvieron a registrarse incidentes, que terminaron con disparos y la muerte del joven de 19 años.