Nacional > ARMADA
Buques OPV: gobierno defendió adjudicación a Cardama y aseguró que España hará “seguimiento”
El ministro de Defensa, Javier García, defendió este lunes ante la Comisión de Defensa del Senado la elección del astillero gallego Cardama para construir dos buques de patrulla oceánica (OPV, por su sigla en inglés) para la Armada Nacional.
En el encuentro, los legisladores del Frente Amplio cuestionaron algunos aspectos del proceso e interrogaron a partir de una carta que la empresa china CSTC –una de las que presentó ofertas– había hecho llegar a la comisión así como los descargos que los representantes de la holandesa Damen habían realizado anteriormente.
García, junto a algunas autoridades del ministerio y representantes de la Armada, respondieron que a la hora de la adjudicación primaron los “intereses nacionales” y que la empresa fue elegida por diversas razones.
En este sentido, el comandante en jefe de la Armada, Jorge Wilson, señaló que Cardama fue el “astillero mejor evaluado” por los almirantes de la fuerza.
“Se seleccionaron, en el orden que se dijo, a Cardama, a Kership y a Cotecmar como las tres mejores propuestas en cuanto a las capacidades complementarias, pero todos cumplían con los requisitos que la Armada había pactado”, dijo Wilson según consta en la versión taquigráfica.
La elección también fue respaldada por una comisión asesora integrada por el subsecretario de Defensa, Rivera Elgue, el director general de Secretaría, Fabián Martínez, el director de Recursos Financieros, Damian Galó, el contralmirante Héctor Magliocca y el asesor del comandante el capitán de navío Marcelo da Silva.
Los integrantes ponderaron razones técnicas, pero también el plazo de entrega y el costo.
La oferta de Cardama era la que costaba menos (US$ 11 millones) y la que ofreció la entrega más rápida de los dos buques.
El ministro también se refirió al informe del jefe del Estado Mayor de la Armada, el contralmirante Gustavo Musso, quien ubicó en el último lugar al astillero elegido. Se preguntó si había “intencionalidad” en el hecho de que fuera el único que se filtrara a la prensa mientras que Wilson dijo que ninguno de los contralmirantes había estado “alineado con el análisis de Musso”.
Por sus discrepancias con el proceso, Musso pidió este lunes su pase a retiro voluntario.
La compra, que ascenderá a los US$ 92 millones, será pagada en un 55% por esta administración mientras que la próxima abonará el 45% restante, y llega tras un proceso fallido que comenzó en 2021 y fue declarado desierto en enero de 2023, luego que el gobierno considerara que las ofertas recibidas excedían sensiblemente los montos autorizados por el equipo económico.
Sin experiencia
Una de las consultas de los legisladores, en particular de Rodrigo Blás del Partido Nacional, obedeció a que la empresa –tal como informó El Observador semanas atrás– no tiene experiencia en la realización de estos buques.
Wilson confirmó que nunca habían realizado un barco de este tipo, aunque aseguró que el resto de los astilleros tampoco hicieron “exactamente” el que propusieron.
“Cardama sería la primera vez que construye un OPV de estas características”, dijo el comandante, que agregó “la mayoría de los astilleros no han hecho exactamente el mismo buque que nos están ofertando”.
A su vez, y para mostrar los recaudos que el gobierno había tenido, García exhibió una nota enviada por el gobierno español a partir de una consulta del subsecretario Rivera Elgue.
“De acuerdo a la información que obra en nuestro poder, la empresa mencionada (Cardama) es un astillero español civil fiable y conocido, que con anterioridad ya ha trabajado para el Ministerio de Defensa de España y el Ministerio del Interior”, dice el primer punto de la misiva.
El segundo señala que “en relación a la instalación y prueba del armamento, le informo que los astilleros españoles deben contar con un permiso específico para ello y en caso de no poseerlo, tienen la opción de subcontratarlo con otra empresa española que sí lo posea. Se trata de un procedimiento reglado pero habitual que no representa, en principio, ningún impedimento para el buen fin de la operación pero que debe ser objeto de negociación y acuerdo entre las partes interesadas”.
Como tercer punto, dice que en caso de resultar seleccionada, el “gobierno de España –de acuerdo con el gobierno de la R.O. del Uruguay y demás partes interesadas– se compromete a hacer seguimiento de esta operación y prestar su apoyo para el buen fin de la misma dentro del ámbito y los límites de sus propias competencias”.
“Creo que no es menor que el Gobierno de España nos remita esta nota”, valoró el ministro.
Visita a España
En la instancia, Elgue explicó por qué visitó al astillero antes que se realice la adjudicación y dijo que también se reunió con representantes de Cotecmar –otra empresa– así como integrantes de Escribano y Terma (que serán parte del proyecto pero estaban en otras propuestas).
“Además de visitar el astillero Cardama, concurrí a la feria de defensa que se desarrolló en Madrid, a la que había sido invitado el ministro. En esas reuniones y visitas a los distintos stands, el astillero Cotecmar, que fue otro de los que ofertó, me pidió una reunión específica, y tuve esa reunión con representantes de la Armada e integrantes de ese astillero en la feria. Eso fue informado al ministro. En este caso, me presentaron la propuesta que había recibido la Armada Nacional. O sea que no solo visité el astillero Cardama, sino que recibí a otro de los oferentes en la feria”, expresó.
