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Caja de Profesionales: la discusión interna del FA y la urgencia de una reforma en 2025
Lejos de una "crisis de la coalición", como les dijera la ministra Azucena Arbeleche a los diputados de Cabildo Abierto cuando en marzo de este año se negaban a votar la reforma jubilatoria, el naufragio de este lunes del rescate a la Caja de Profesionales no escaló a mayores y hasta dio lugar a la distensión entre los socios.
"Che, ¡acá no la agarraron (la indirecta)!", le diría durante el cuarto intermedio el blanco Alfonso Lereté, con la risa cómplice de los cabildantes a su alrededor, al colorado Sebastián Sanguinetti, quien unas bancas más arriba y minutos antes comparaba a los conducidos por Guido Manini Ríos –sin mencionarlos– con una suerte de imitación de la oposición con sus votaciones: "Entre el original y la copia, la gente siempre elige el original".
El salvataje de una Caja de Profesionales que quema sus reservas al ritmo de unos $150 millones por mes, según su presidenta Virginia Romero, dependerá ahora de la próxima administración, mientras el Poder Ejecutivo afirma que a partir de este viernes, a un año exacto de las elecciones, comenzará la veda constitucional para legislar en la materia.
"Al no haberse resuelto ahora va a estar muy en el límite cuando le toquen los primeros meses al próximo gobierno", declaró a El Observador el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, quien acusó "la responsabilidad del fracaso de este proyecto es del Frente Amplio y Cabildo Abierto".
El proceso de este frustrado rescate –desglosado primero de la reforma jubilatoria y presentado en paralelo a un consensuado salvataje para la Caja Bancaria– lleva incluso a que en la coalición de izquierdas hayan "dudado genuinamente de que la coalición tuviera intereses en solucionarlo", al decir del diputado del MPP, Sebastián Valdomir.
La coordinadora de la bancada frentista, Lucía Etcheverry, aseguró que "ante un planteo del gobierno de que la asistencia a la Caja fuera a partir de 2025, no parecía haber voluntad para acordar cuando lo tendrá que afrontar la próxima administración".
La urgencia con la que el Frente Amplio deberá atender a la Caja de Profesionales en caso de asumir el poder en 2025 no pasó por alto en las dos reuniones que la bancada mantuvo junto a sus asesores en la Huella de Seregni el jueves y el sábado pasados.
En esa instancia el diputado de Fuerza Renovadora, Gustavo Olmos, llegó a manejar la posibilidad de "explorar alternativas" para ofrecerle al gobierno los votos a determinados artículos de interés de la izquierda en caso de que se abriera el proyecto.
El planteo del sector de Mario Bergara, fiel a una histórica posición del astorismo cuando desde la oposición promovía negociar mejoras a iniciativas del oficialismo, quedó en minoría y la oposición terminó acordando que no acompañarían el texto del Poder Ejecutivo.
A modo de ejemplo, la coalición de izquierdas llegó a considerar viable proponer que el gobierno –que tiene iniciativa privativa en la materia– pueda actualizar la forma de ajuste de los timbres profesionales, en el entendido de que al hacerse mediante el Índice de Precios al Consumo ha habido un "descalce" de las jubilaciones y pensiones, que se ajustan por Índice Medio de Salarios.
Ese fue incluso un pedido de la Caja de Profesionales al gobierno, según contó su presidenta Virginia Romero, a lo que el presidente de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, contestó en comisión que "cuando uno ve la evolución del PBI global en términos nominales y la evolución de la masa salarial, son más o menos lo mismo".
En el Frente Amplio sí manejan que la Caja podrá requerirles mayor premura que la del "diálogo social", con el que pretende en 2025 realizar una nueva reforma de la seguridad social en caso de asumir el poder. "Tal vez tengamos que adelantar ese proceso, sin duda va a tener que empezar a conversarse con muchos de los colectivos de profesionales en un tiempo que quizás sea antes", aventuró Etcheverry, coordinadora de la bancada frentista y referente del MPP.
"Más allá de lo que resolviera el Frente, el manejo que el gobierno hizo con esto fue totalmente irresponsable", apuntó Martín Vallcorba, uno de los expertos de la izquierda en este proceso y asesor de las filas de Fuerza Renovadora. "Es muy difícil para la oposición poder involucrarse en una discusión para la que no tiene información y no tiene tiempo. Lo objetivo es que no había información ni tiempo", cuestionó el economista allegado a Bergara.
La coalición, por su parte, había decidido desde el miércoles de la semana pasada darse tiempo hasta este lunes para que el gobierno, el Partido Colorado y Cabildo Abierto pudieran llegar a un acuerdo. Los colorados dieron su visto bueno, pero los cabildantes mantuvieron el reclamo de que la tasa plana para las contribuciones de jubilados sea del 4%, en lugar del 6% durante los primeros dos años y el posterior 7% ofrecido por el Poder Ejecutivo, además de un menor aporte de los activos.
Mieres contestó que "eso es un desequilibrio financiero muy significativo" y que sumaría un costo de $500 millones anuales, similar al monto –según comentaban los diputados del Partido Nacional este lunes en el ambulatorio– que el que se concedió en la Rendición de Cuentas para el refuerzo de los salarios militares, principalmente a impulso de Cabildo.
El mensaje del nacionalista Pedro Jisdonian –allegado al secretario de Presidencia, Álvaro Delgado– a la bancada blanca fue que la decisión del Poder Ejecutivo estaba tomada: que se sometiera la reforma a votación y que quedara "claro" quién había votado qué.
La coalición se negó al intento de última hora de los cabildantes de devolver el texto a comisión para discutir nuevas modificaciones, y el proyecto terminó de naufragar con 40 votos en 95.
