El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, prometió seguir su candidatura para volver a la Casa Blanca aun si fuera declarado culpable y sentenciado en alguna de las causas judiciales que enfrenta, entre ellas por llevarse documentos de seguridad nacional a su casa y por tratar de anular la elección en que fue derrotado por Joe Biden.
Lo hizo al compartir por primera vez escenario con sus rivales en la tradicional Cena Lincoln del Partido Republicano, celebrada en Iowa para recaudar fondos electorales.
El formato de la cena anual, de 10 minutos por candidato para reducir tensiones, no le impidió descalificar de manera poco cortés a su principal oponente interno, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
“Yo no me la jugaría por ése”, dijo Trump tras dar datos de encuestas que sugieren que derrotaría fácilmente a Biden mientras que DeSantis perdería contra el veterano demócrata.
Trump también aprovechó para dar una ráfaga de sus logros mientras estuvo en el cargo, desde el nombramiento de tres jueces conservadores en la Suprema Corte, hasta el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán.
Frente a sus problemas legales, sólo hizo una breve alusión. “Si no fuera candidato, nadie me estaría persiguiendo”, dijo el expresidente de 77 años.
Por su parte, DeSantis se ciñó a su discurso habitual y se limitó a decir que “el tiempo de las excusas se acabó. Debemos hacer el trabajo. Y yo lo haré”, dijo a los asistentes.
Más temprano, Trump dijo en una entrevista radial que sus problemas legales no van a cambiar sus planes de volver a la Casa Blanca.
Cuando el locutor de radio conservador John Fredericks le preguntó si una sentencia desfavorable detendría su campaña, Trump respondió rápidamente: “No, en absoluto. No hay nada en la Constitución que diga que debería hacerlo”.
El magnate republicano, quien superó dos juicios políticos en el Congreso, fue inculpado por primera vez en el caso de los documentos clasificados el mes pasado.
Según la justicia, es responsable de poner en peligro la seguridad nacional al mantener en su poder información nuclear y de defensa de alto secreto tras dejar la Casa Blanca.
El jueves, el fiscal especial Jack Smith agregó cargos en la causa por la que el magnate irá a tribunales en marzo y mayo del próximo año, en el tramo crucial de la campaña.
Trump niega cualquier irregularidad y reclamó que Smith y sus “fiscales matones” sean encarcelados junto al fiscal general, Merrick Garland.
La campaña de DeSantis está adormecida. El republicano, de 44 años, vio a Trump ampliar su ventaja de 13 puntos en febrero a 34 ahora.
Su equipo se vio forzado esta semana a despedir a un miembro del personal que promocionó un video donde presentaba imágenes nazis.
Además, el candidato desató indignación en sus filas al sugerir que elegiría al teórico de la conspiración antivacunas, el demócrata y también precandidato Robert F. Kennedy Jr. para liderar su política de salud pública.
También es criticado al defender el nuevo plan de estudios en su estado, que enseña los beneficios de la esclavitud.
Otros oradores en la Cena Lincoln fueron el exvicepresidente Mike Pence, el empresario Vivek Ramaswamy, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley y el senador de Carolina del Sur Tim Scott.
(Con información de agencias)
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