Juan Lacaze se agarra de un emprendimiento cannábico para salir a flote

La industria cannábica medicinal local está a un paso de ver su primer gran logro. Cannapur, un proyecto del emprendedor uruguayo Marco Algorta con inversiones canadienses, se instalará en la golpeada localidad de Juan Lacaze luego de que pase las últimas fases del control establecido para su instalación. El emprendimiento prevé una inversión de US$ 53 millones y 680 puestos de trabajos para 2023.

La iniciativa, que surgió hace dos años y medio, proyecta exportar el 100% de la materia prima a Canadá y algunos productos elaborados como aceites para países de América Latina, sobre todo a Brasil.

Para obtener la licencia correspondiente para instalarse, el emprendimiento aún debe pasar por tres etapas de control: primero por el IRCCA como lo establece la Ley N° 19.172, luego por la Secretaría Nacional Antilavados de Activos, para finalmente recibir el visto bueno del Ministerio de Salud Pública (MSP). En estos momentos, la iniciativa se encuentra  “a pocas horas de que se apruebe el control de la segunda etapa”, dijo Algorta a El Observador. Cuando eso ocurra, se podrán comenzar con las inversiones en el terreno mientras que se espera por la aprobación final del Ministerio de Salud Pública (MSP).

La empresa tiene previsto ocupar un área de cinco hectáreas donde se ubicarán 20 invernáculos de 2.222 metros cuadrados cada uno. “Cada cinco meses se instalarán dos invernáculos”, explicó Algorta, por lo que en poco más de cuatro años –desde el comienzo de la colocación- quedarán finalizada la instalación de todos los invernáculos previstos.

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Se estima que por cada hectárea la empresa necesitará 136 trabajadores y que pondrá especial énfasis en emplear a un alto porcentaje de mujeres y personas mayores de 50 años. “Tiene, antes que nada, una perspectiva de género. Eso no solo ocurre en el proyecto Cannapur sino en toda la industria cannábica, si uno analiza la mayoría de puestos de trabajo son de mujeres”, dijo Algorta en ese contexto. “Además al ser un trabajo que requiere cierta manualidad y no tanta fuerza física, sería ideal el perfil femenino y de personas que tengan 50 años o más”, dijo.

Juan Lacaze

La ciudad coloniense respiró siempre el humo de las industrias que ofrecieron miles de empleos en esa zona del país. Pero en los últimos años está sufriendo una crisis muy compleja. Fanapel, la empresa que producía alrededor del 80% del papel de fotocopiado que circula en Uruguay y que en su mejor época empleó a 1.400 trabajadores, cerró el año pasado. Alrededor 300 personas quedaron sin trabajo.

Ocho meses después también se disolvió Cooperativa Puerto Sauce, textil que daba trabajo a 70 personas y que había recibido un doble crédito del Estado. El preocupó al gobierno y llegó a la mesa de trabajo del presidente Tabaré Vázquez quien, en marzo de 2017, viajó hasta Juan Lacaze y prometió que potenciaría la industria en la ciudad. Pero poco cambió desde entonces.

Por eso, Mercedes Santalla, diputada de Colonia por el Movimiento de Paricipación Popular, ve con muy buenos ojos la instalación del emprendimiento cannábico. “Es una oportunidad que Juan Lacaze no puede dejar pasar porque es la posibilidad de resolver el acceso al trabajo de muchos lacazinos que han sido afectados por el cierre de las principales industrias”, dijo en un informe presentado por Radio Uruguay este martes.

“En Juan Lacaze hay una oportunidad de mano de obra disponible y experimentada por el conocimiento de las grandes empresas que estaban instaladas allí”, argumentó Algorta para explicar la elección de la ciudad coloniense para instalar su empresa. “Además Juan Lacaze tiene facilidades eléctricas y estamos cerca del puerto libre de la ciudad: es una ciudad que tiene la infraestructura necesaria para la instalación de industrias”, agregó.

Trabas

Emprendedores de la industria cannábica participaron el 5 de setiembre de una actividad organizada por el Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE) de la Universidad ORT, en la que pusieron especial énfasis en las trabas con las que se encuentra el emprendedor de este naciente sector industrial en Uruguay. Entre ellos estaba Algorta.

Al referirse a su proyecto mencionó que estaba “remando contra los obstáculos” para llevarlo a cabo. Consultado por este punto, el empresario explicó que los obstáculos a los que se refería son de índole político: “Más allá de que la legislación estaba, faltaba convencer a los diferentes actores políticos para que acepten la industria cannábica y este proyecto terminara de funcionar”.

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En estos momentos, el emprendedor uruguayo está convencido de que lo logró.  “Hemos tenido el apoyo expreso y público de muchísimos organismos del Estado: el Ministerio de Economía, Ministerio de Trabajo, tenemos la declaración de interés ministerial del Ministerio de Industria, Energía y Minería, nos hemos reunido con el PIT-CNT, con la Agencia Nacional de Desarrollo, Uruguay XXI, INEFOP, Intendencia de Colonia, entre otros actores políticos”, sentenció.

El problema financiero es uno de los obstáculos que no solo han tenido las farmacias registradas para la venta de marihuana recreativa, sino todos aquellos que quieran emprender en la industria del cannabis. Esto se debe a la prohibición de la Reserva Federal de los Estados Unidos de avalar cualquier operación vinculada al negocio del cannabis, que influye en el panorama financiero internacional y directamente en los bancos instalados en nuestro país.

En este contexto, Algorta admitió que las trabas financieras son un problema pero cree que el panorama es esperanzador: “El hecho de que California haya legalizado el cannabis el 1° de enero cambió muchísimo las reglas de juego”, dijo. “Hay grandes actores del mundo financiero como el Banco de Montreal, por ejemplo, que está entre los mejores cinco bancos del mundo y ya ha habilitado el uso de los recursos cannábicos”, agregó.