El senador José Mujica sorprendió este martes con su llamada a un programa de televisión, al escuchar que el entrevistado lo estaba criticando.
Al escuchar a Mirza, el expresidente levantó el teléfono y se comunicó con la producción del programa, que enseguida lo puso al aire.
Entonces, el expresidente se refirió al comentario que hizo durante una charla en Córdoba (Argentina) y ratificó que, si bien no tiene ningún documento que lo confirme, sigue creyendo que el hecho de haber aceptado la llegada de los liberados de Guantánamo contribuyó a que se concretara el negocio de las naranjas con Estados Unidos.
Su argumento fue que en los últimos cuatro gobiernos no se había logrado llegar a un acuerdo para vender naranjas y que finalmente se dio cuando en su mandato tomó esa decisión. "Nunca quedó explícito que fue una cosa por la otra y no tengo ningún documento en ese sentido", advirtió.
De todos modos, admitió pudo haber sido "injusto" con los liberados. "Es posible que haya sido injusto. Me dolió enormemente (sus) declaraciones que estaban mejores en Guantánamo que acá y tal vez me pasé de la raya. No tengo empacho en reconocer las cosas".
Mujica ya había sido crítico con los seis expresos de la cárcel estadounidense. "La conducta de la gente que salió es pésima. De una absoluta falta de solidaridad con los que estaban allá. Porque si ellos hubieran cultivado otra imagen, hubieran facilitado que otros pudieran salir. Lo único que hicieron fue que tres o cuatro gobiernos de
América Latina que estaban por tomar una medida parecida se retrajeran. ¿A quién perjudicaron? A los otros presos de Guantánamo. Eso es propio del egoísmo contemporáneo", había manifestado tiempo atrás en declaraciones a
La República. Con ese argumento había manifestado que si hubiese tenido que tomar la misma decisión hoy en cuanto a la posibilidad de traerlos, dudaría.
Sin embargo, en el programa Desayunos Informales dijo que "es posible" que volviera a recibirlos en Uruguay, porque "es una cuestión de principios".
En esta oportunidad Mujica también insistió en que Estados Unidos "tiene que hacerse en parte cargo" de los cinco ex presos que residen en Uruguay. "Nosotros podemos darles una mano pero no podemos darle eventualmente a otro lo que no podemos darle a los uruguayos", argumentó.